La cultura del miedo

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Forges en El País

Ante todo este follón de la crisis no puedo evitar que por mi cabeza ronde el libro de Noam Chomsky “La cultura del miedo”. En esta publicación el filósofo estadounidense defiende la idea de que ésta está siendo intencionadamente elaborada.

Estoy convencida de que llevamos tiempo viviendo un proceso similar. Los “poderes ocultos”, esos “mercados” de los que tanto hablamos, llevan muchos años trabajando para que vivamos siempre vigilando nuestras espaldas, temerosos de que en cualquier momento alguien o algo nos golpee la cabeza dejándonos K.O. Les interesa que vivamos asustados porque eso les hace más ricos al tiempo que nos roba libertad. El miedo acogota nuestras vidas y limita nuestras decisiones.

Hasta hace poco el miedo se reflejaba en el terrorismo a escala mundial. Me refieron a ese producto llamado Bin Laden que tanta horas de televisión consumió. Ahora este fantasma campa en las oficinas del desempleo. Los que tenemos trabajo vivimos con la cabeza agachada temerosos de perderlo y los que por desgracia están en el paro viven aterrorizados ante la posibilidad de que tarden mucho en reengancharse al mercado laboral; ante el riesgo cada vez más real de que llegue un momento en que no puedan pagar sus facturas.

Muchas personas y empresas con nombre y apellido se están beneficiando de este miedo prefabricado y saben que ahora, cuando el terror se ha generalizado, es el momento de introducir una reforma laboral que nos sitúe a los trabajadores en la peor situación posible. Difícil será luchar contra estos cambios porque el miedo nos hace débiles y nos separa. Poco podremos hacer entonces contra este retroceso sin precedentes que estoy convencida que se va a producir en España y en toda la zona euro.

Einstein decía que “En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Hagamos caso de los sabios y busquemos soluciones atrevidas e imaginativas para salir de esta situación. No dejemos que nos impongan las alternativas que castigan al más débil y que seguro implicarán el regreso a las condiciones laborales de la Revolución industrial.