El Instituto para la Protección Familiar, liderado por Eduardo Creagh, ha presentado hoy en Santander los principales resultados de su estudio: “La cultura financiera de la familia española, el ahorro y sus medidas de protección” que analiza los efectos que tiene la baja cultura financiera de las familias españolas en sus decisiones de consumo. Este trabajo, elaborado gracias a la colaboración del Banco Santander y Aegon, fue desarrollado durante los meses de mayo y junio de 2014 con el objetivo de concienciar a las familias españolas de la necesidad de incorporar información extra para tomar decisiones optimas que afectan a sus protección familiar. Según Creagh la cultura financiera de los jóvenes españoles (la nueva generación) está por debajo de la media de los países de la OCDE, según la encuesta realizada en 2012.
En lo que respecta a los datos del estudio, se compara la realidad financiera de las familias cántabras y españolas. En ambos casos los resultados son similares, situándose los datos para Cantabria en torno a la media. Según Creagh esto se debe a que Cantabria está en la media de las magnitudes macroeconómicas del resto de España. En este sentido, la autovaloración de los cántabros de su propia cultura financiera es de un 5,6/10 (Aprobado justo). Igual que la de la media nacional. Pese a esto, el 77,8% de los ciudadanos cántabros se consideran capacitados para tomar mejores decisiones para planificar su familia, aunque un gran porcentaje de estos (45,7%) desearía mejorar sus conocimientos financieros.
El ahorro es otra de las lineas de la investigación, en una macroencuesta realizada a individuos entre 30 y 65 años (principales responsables de las decisiones de su hogar). El estudio subraya que un gran número de hogares cántabros (48,2%) no lograría ahorra nada en 2014, comparado con el 33,2% de las familias que cree que sí lo lograría. El 18,6% restante se muestra indeciso. Estos datos son aun peores para aquellos hogares que tienen hijos menores de 18 años. En estos casos las previsiones de ahorro caen hasta el 27,7%.
Por otro lado, los hogares cántabros presentan una mayor protección económica privada frente a eventualidades como una tragedia, fallecimiento o invalidez. Un 58,7% de los encuestados aseguran tener activos para garantizar su tranquilidad (mayor que la media española, 50,9%). De estos, un 76,3% utilizan medidas de protección de ahorro, y un 35,9% de seguros. Si tenemos en cuenta hogares con hijos menores de 18 años, los porcentajes de familias que poseen instrumentos de protección económica se incrementan (66,8%).
Dentro de las razones que dan los cántabros para mejorar la educación financiera reside en combatir los fraudes y engaños (52,6% de los encuestados). Por su parte un 34,8% cree que la formación financiera es buena para mejorar el futuro del hogar (34,8%) y un 10,5% alude a tener mejor rentabilidad en operaciones financieras.
Un dato que llama especialmente la atención es que 1 de cada 4 hogares de Cantabria no dedica ni un sólo día a la planificación económica de la familia.
Los principales temas que preocupan a los cántabros son el trabajo y las pensiones. un 48,9% de los encuestados se muestra preocupado por la situación laboral y considera que la estabilidad en el medio de trabajo es un elemento básico de seguridad. El bienestar y la educación de los hijos, junto al futuro económico son otros de los grandes temas que inquietan, también en España.
Respecto a las figuras a las que acudiría a asesorarse a la hora de tomar decisiones. Los cántabros acuden primero a su entorno próximo (familiares y amigos), y en segundo lugar a asociaciones de consumidores. Por otro lado, en Cantabria se confía más en las entidades financieras a la hora de hacer una consulta (55,8%) que en el resto de España (42%).
Por último en lo que se refiere a las situaciones dramáticas (invalidez, fallecimiento, accidente), estas son las que más preocupan a los cántabros y españoles (Más del 80%). Además, el 13,3% de los hogares consultados en España y Cantabria han vivido situaciones de este tipo.
El Instituto para la Protección Familiar insiste en la necesidad de que la cultura financiera sea una cuestión reglada, porque todos los ciudadanos se ven obligados a tomar decisiones importantes sobre cuestiones financieras al menos una vez en la vida. En este sentido, el nuevo plan de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España son “soluciones que están bien. Hay que tomarse este tema en serio”, asegura Eduardo Creagh.