La cultura "slow"

Publicado el 25 agosto 2010 por Basseta
Hacía tiempo que quería comentar algo que leí sobre la "cultura Slow" y que me llamó la atención. Este movimiento constituye toda una filosofía de vida, una apuesta por la lentitud contra la "superficialidad" de la rapidez. Sus defensores más radicales hablan de eliminar el tráfico en las ciudades, incluso de prohibir los relojes, pero no todo son utopías entre quienes proclaman las bondades del movimiento "slow", una forma de vivir que anima a levantar el pie del acelerador cotidiano para hacerlo a la velocidad de un caracol.
Resulta que la ciudad de Bra es uno de los cuatro municipios italianos fundadores de la cultura Slow (despacio), que se basa en reducir el estrés y en combatir el llamado síndrome de felicidad aplazada (posponer siempre las actividades más satisfactorias por la falta de tiempo). Lo inició un periodista gastronómico, y por lo tanto, este movimiento pone énfasis en la buena comida. El Ayuntamiento de Bra ha llevado acabo una serie de iniciativas para apoyar estos preceptos y potenciar el bienestar de sus ciudadanos.
Una de ellas es atrasar el reloj de la ciudad 30 minutos como expresión simbólica de lo que es la cultura Slow. También cierran las tiendas los jueves y los domingos, han prohibido a los coches el acceso al centro y han colocado el icono del caracol en los establecimientos de la ciudad. Quienes construyan su casa con madera, tendrán una hipoteca a mitad de precio y los pequeños comercios que vendan alimentos artesanales tendrán facilidades, beneficiando así a la economía local. También se apoya el cultivo de la tierra, la alimentación saludable y el respeto al medio ambiente.
De hecho, para ser oficialmente una slow city o "ciudad tranquila", es necesario cumplir una serie de requisitos, como no tener más de 50.000 habitantes y contar con una legislación respetuosa con el medio ambiente.
La defensa de la cocina tradicional y de los productos locales, frente a la comida rápida, es uno de los pilares de este movimiento que convierte las comidas en un ritual de degustación de pan recién salido del horno o verduras orgánicas. De hecho, en la web municipal de Bra, sus 28.000 habitantes cuentan con una "web slow" que ofrece consejos nutricionales y noticias sobre biodiversidad y ecología.
Desde que el movimiento slow empezó, en 1999, ya se ha implantado en ciudades de cien países. En España, se han adherido al movimiento ocho municipios: Begur, Pals y Palafrugell en Gerona; Mungía y Lekeitio en Vizcaya, Bigastro en Alicante, Pozo de Alcón en Jaén y Rubielos de Mora en Teruel.
Fomentar y promocionar la cultura de una región es importante para la mayoría de los municipios. También lo es ofrecer alternativas originales a sus habitantes. Los Ayuntamientos lo saben y toman medidas: viajes culturales a bajo coste, entradas gratis para el teatro, clubes de lectura para adultos, películas de animación creadas por los ciudadanos, etc
[Si lo que necesitas es sacarle más partido a tu tiempo, aquí tienes un interesante contrapunto: Las ventajas de innovar despacio. Su consejo final es "no hagas caso a la mayoría, innova despacio, conseguirás diferenciarte y ganarás en salud. Otro capítulo más de las paradojas del siglo XXI"]