Durante el siglo XIX, el impresionismo atrajo a un gran número de mujeres artistas. A pesar de ser relegadas por su condición femenina y por sus temáticas costumbristas, muchas de ellas, como Berthe Morisot nos han dejado preciosas obras de arte que en la actualidad tienen su sitio en las grandes pinacotecas mundiales.
Una burguesa pintoraBerthe Morisot nació en la localidad francesa de Bourges el 14 de enero de1841 en el seno de una familia burguesa. En cuanto ella y su hermana Edma mostraron aptitudes para la pintura su familia las animó a continuar con una afición que se convertiría en su manera de vivir. La vida tranquila y sosegada de la burguesía francesa sería una importante fuente de inspiración para su obra, fiel reflejo del universo femenino de las familias ricas del siglo XIX.
Cuando tenía 20 años Berthe conoció a Camille Corot, un destacado pintor de paisajes perteneciente a la Escuela de Barbizon que la acogió como discípula. Además de enseñarle a mejorar su técnica pictórica, Corot empezó a introducirla en los círculos artísticos de París.
En 1864 dos de sus paisajes pintados al aire libre y terminados en su estudio, técnica que utilizaría con la mayor parte de su obra, eran expuestos en el Salón de París. Diez años más tarde, Berthe tuvo un sitio en la primera exposición impresionista de París, con su preciosa obra La cuna
Cuñada de ManetEn sus frecuentes visitas al Louvre donde Berthe pasaba horas copiando las grandes obras del pasado, conoció a Édouard Manet. En 1874 se casaba con su hermano menor, Eugène Manet. Su matrimonio con un pintor fue quizás lo que facilitó que Berthe pudiera continuar su faceta artística siendo esposa y madre; no así su hermana Edma quien se desvinculó bastante del mundo artístico cuando contrajo matrimonio.
La vida de Berthe junto a su esposo, con quien tuvo una hija llamada Julie, no llegó a los veinte años. En 1892 desaparecía Eugéne y también su hermana Edma. Berthe se quedaba sola con su amada hija a la que cuidó con especial devoción.
Tres años después, en 1895 moría en París dejando a Julie al cuidado de dos grandes amigos, el pintor Edgar Degas y el poeta Stéphane Mallarmé.
Su obra impresionistaSiguiendo la estela de otras grandes artistas de su tiempo, como Mary Cassatt o Marie Bracquemond, Berthe Morisot llenó sus lienzos de escenas cotidianas con gran dulzura y delicadeza. La vida burguesa que había tenido quedó reflejada en aquellos momentos de ternura entre madres e hijos o simples momentos cotidianos. Influenciada por Renoir, su obra fue admirada en vida. Tras su desaparición, sus cuadros siguen teniendo un lugar destacado en el mundo del arte.