La cúpula, de Stephen King

Publicado el 05 septiembre 2011 por Manuelmarquez

Ando enfrascado en la lectura de ‘La cúpula’, una descomunal(por el volumen; hablamos de un tocho que se acerca a las 1.200 páginas…)novela de Stephen King. Es mi primera experiencia lectora con este celebérrimoescritor estadounidense, pese a que se trata de uno de los autores cuya obra hasido llevada con más profusión a la pantalla cinematográfica, pero lo cierto esque, hasta ahora, no me había picado la curiosidad por leer alguna de susnovelas (ni siquiera una como ‘Misery’, cuya transposición al celuloide siemprehe considerado uno de los mejores títulos del cine de terror de los últimosaños).
¿Conclusiones —provisionales—? A estas alturas, y aun areserva de una valoración global que, obviamente, solo cabe hacer a “librocerrado”, sí que hay aspectos que me llaman poderosamente la atención. Suestilo no es nada depurado, ni su narrativa particularmente fluida, pero sí setrata de una escritura sencilla, clara y contundente. Es curiosa la frecuencia,y elevado número, con que se citan marcas comerciales de todo tipo y pelaje—supongo, aun cuando no tenga constancia plena de ello, que se trata de unejercicio de eso que en la jerga de la gestión empresarial se denomina “productplacement”; o sea, que cobra por ello…—, sin que tales referencias tengan mayorimportancia a nivel narrativo. También me resulta llamativo que haya unacomponente de procacidad (en episodios del relato, en expresiones de lospersonajes, en reflexiones del autor…) bastante fuerte; desconozco si es algoque también se produce en sus obras precedentes y, de ser así, entiendo que seaalgo que no aparece en las adaptaciones al cine por motivos evidentes (ya sesabe, “biznes” es “biznes”, y una R en la calificación por edades deja lataquilla raquítica).
Pero, porencima de todo, hay que reconocer que se trata de una escritura que esauténtico cine escrito (sin entrar en valoraciones acerca de si mejor o peor;evidentemente, cine comercial, eso sí…): el relato se puede trasladar,prácticamente, a la escaleta sin necesidad de un gran trabajo de adaptación.¿Resultado natural de un estilo literario o trabajo concienzudo de arquitecturaescritora con tal intención? Lo desconozco, pero el resultado, ahí está. Y misconclusiones —queelevaré, señoría, a definitivas…—, junto con algo más de información(que intentaré recabar de otras fuentes) acerca de la probable, posible osegura (no sé) adaptación de esta novela a imagen en movimiento, en una próximaentrega…
* APUNTE DEL DÍA: cuesta trabajo arrancar, después de un flojo mes de agosto. Pero se hace un esfuerzo, se hace...


* Varietés artísticas y culturales XXIII.-