¿Conclusiones —provisionales—? A estas alturas, y aun areserva de una valoración global que, obviamente, solo cabe hacer a “librocerrado”, sí que hay aspectos que me llaman poderosamente la atención. Suestilo no es nada depurado, ni su narrativa particularmente fluida, pero sí setrata de una escritura sencilla, clara y contundente. Es curiosa la frecuencia,y elevado número, con que se citan marcas comerciales de todo tipo y pelaje—supongo, aun cuando no tenga constancia plena de ello, que se trata de unejercicio de eso que en la jerga de la gestión empresarial se denomina “productplacement”; o sea, que cobra por ello…—, sin que tales referencias tengan mayorimportancia a nivel narrativo. También me resulta llamativo que haya unacomponente de procacidad (en episodios del relato, en expresiones de lospersonajes, en reflexiones del autor…) bastante fuerte; desconozco si es algoque también se produce en sus obras precedentes y, de ser así, entiendo que seaalgo que no aparece en las adaptaciones al cine por motivos evidentes (ya sesabe, “biznes” es “biznes”, y una R en la calificación por edades deja lataquilla raquítica).
Pero, porencima de todo, hay que reconocer que se trata de una escritura que esauténtico cine escrito (sin entrar en valoraciones acerca de si mejor o peor;evidentemente, cine comercial, eso sí…): el relato se puede trasladar,prácticamente, a la escaleta sin necesidad de un gran trabajo de adaptación.¿Resultado natural de un estilo literario o trabajo concienzudo de arquitecturaescritora con tal intención? Lo desconozco, pero el resultado, ahí está. Y misconclusiones —queelevaré, señoría, a definitivas…—, junto con algo más de información(que intentaré recabar de otras fuentes) acerca de la probable, posible osegura (no sé) adaptación de esta novela a imagen en movimiento, en una próximaentrega…
* APUNTE DEL DÍA: cuesta trabajo arrancar, después de un flojo mes de agosto. Pero se hace un esfuerzo, se hace...
* Varietés artísticas y culturales XXIII.-