Editorial: Círculo RojoPáginas: 276ISBN: 9788490503829Precio: 10,00 €
Sinopsis:
En pleno siglo XXI se siguen realizando artes curativas en forma de curanderismo. En una ciudad llamada Villena, de 30.000 habitantes, lo más llamativo es que el 60 % de sus vecinos dicen ejercerlas. En esta ciudad alicantina, bautizada hábilmente como la capital del valle de los curanderos, se pueden encontrar curanderas y curanderos que tratan desde dolores y lesiones musculares hasta el ancestral "tomado de ojo", pasando por la curación de herpes, el tratamiento de la hepatitis, de la próstata, de las jaquecas... e incluso la curación de animales. Sin embargo una de la más extraña forma de ejercer la curandería es en el tratamiento de la depresión: un trastorno que, según los curanderos, se produce cuando ocupa nuestro cuerpo un alma en busca de paz y de luz.
Nuestro protagonista, un experimentado restaurador de monumentos, junto a Gisela -su socia, una historiadora licenciada en Bellas Artes-, inicia el trabajo de restauración de una casa en las afueras de la ciudad. Al principio es una rehabilitación más; no obstante ese lugar desea contarles una historia, quiere desvelar un secreto que envuelve a la misteriosa ciudad de Villena: el escenario perfecto, una ciudad donde nada es casual.
Una Patrona negra -"La Virgen de las Virtudes", que no pertenece a la iglesia-; un patrimonio histórico-eclesiástico financiado por un niño pobre que recibió una herencia del Papa Alejandro VI Borgia; un marqués, Don Enrique de Villena: el primer Marques de Villena llamado "El nigromante". Todas estas piezas encuentran su lugar para abandonar la leyenda y pasar a la Historia. Sin embargo no solo las pruebas son necesarias para dar luz al misterio, los sentimientos más profundos de nuestros personajes son la llave, la respuesta.
Opinión:
Un libro raro de reseñar, de esos que a cada lector le asaltan preguntas distintas una vez terminado.
Si habéis leído la sinopsis, poco os dice de qué trata exactamente el libro, ¿verdad? Realmente, apuntad los nombres que aparecen en las últimas líneas de la sinopsis, que os servirá para montar el relato.
La acción transcurre en Villena (Alicante), en el llamado Valle del Vinalopó, que junto con otros pueblos (entre ellos Petrer) forman el llamado Valle de los Curanderos.Por el nombre del libro, la sinopsis, el lugar de la acción y la portada, es obvio y lógico pensar que el relato tratará sobre los curanderos. Esto está algo lejano de la realidad. Aunque sí tienen su papel.
Es la historia de los sucesos no hechos públicos ocurridos en una casa medieval de Villena. Los protagonistas –el narrador, Gisela, Edu y Lubna- deberán reunir una información oculta desde hace siglos y saber interpretarla para sacar a la luz la verdad, lo que ocurrió realmente en esa casa, y en la que la Inquisición jugó su papel en las sombras (teóricamente en el Marquesado de Villena, la Inquisición apenas actuó, pero en el libro se dirá otra cosa). Además de esto, tendrán que descubrir por qué la Virgen de las Virtudes, una virgen negra o morena, no aparece o no está recogida por la Iglesia, cuyo origen se basa en una leyenda.
Los protagonistas son, como dice la sinopsis, un restaurador (el narrador), dos historiadoras y un futuro restaurador.Basándose en las “locas” suposiciones del primero y en la lógica histórica de las segundas junto con el apoyo del tercero, se enfrentarán a misterios con difícil explicación lógica por medio de la ciencia.
Castillo de la Atalaya, Villena (Alicante)“Villena, una ciudad de Alicante […] se ha convertido con el paso del tiempo en la capital de los curanderos.”
En este libro, el cristianismo como tal no es importante, pero los curanderos sí. Un curandero cura gracias a la ayuda y al consentimiento de Dios. El narrador explicará los ritos de estos, lo necesario para llevarlos a acabo e, incluso, las experiencias extrasensoriales que tiene o tendrá.Realmente es la fe en Dios de los curanderos es lo que importa para este relato.Contarán algunas cosas sobre el alma, algunos de los dogmas de la Iglesia para el tema de lo qué le pasa al alma una vez deja el cuerpo, así como que tiene que darse para que esa alma descanse en paz. Esto último tendrá una importancia vital para la historia.Además de esto, hay que añadir que la historia se sustenta de los sentimientos, las creencias, las formas de pensar, la fe y el escepticismo. El autor da más importancia a esto que a la descripción de los escenarios o de las situaciones (no es que no describa nada, sino que no se extiende, describiendo justo los que los protagonistas ven y sienten).
Como se puede apreciar por estas líneas, es un libro bastante profundo, de esos libros que hacen pensar, plantan ciertas cuestiones y, si el lector es de darle vueltas a la cabeza (como un servidor), dejará una “paranoia” bastante grande.
Y de eso se encarga el final. Acabé el libro y estuve una hora releyendo e intentando entender el final, o mejor dicho, qué hace que sea ese el final. Me acosté pensando en las últimas páginas, y me levanté pensando en ellas. Me dejó totalmente anonadado cuando lo terminé, y solo pude releerlo.
Es un libro que no destaca por su calidad literaria, pero sí por su capacidad para hacer pensar. Esto hoy en día no abunda.
Como los sentimientos juegan su papel importante aquí, por supuesto hay historias de amor. Una, como todos la entendemos. La otra, algo más parecido a un amor platónico, pero dividido.
El autor me dio muchos reveses con la historia. Empecé pensando que el libro sería de una forma y acabé pensando otra totalmente distinta. Es más, ahora, después de dejar madurar el libro en mi mente, no sé qué pensar del libro.Y ya no solo en la historia, sino que también en la escritura.Antes de terminarlo creía que la falta de indicaciones en los diálogos y la mezcla de los mismos eran cosas de la “inexperiencia”. Pero hay una frase que ha hecho tambalear mi pensamiento: “Las normas gramaticales ausentes en sus frases dejaban libre la forma de ser interpretadas.”No sé si el autor sólo aplica esa frase en la historia o también a la novela.
Además de esa, tiene frases muy interesantes. Hay muchas con las que estoy totalmente de acuerdo. Si me lo permitís, os muestro una: “Es una verdadera lástima que en la enseñanza no haya una asignatura en la que se estudie lo que nos ha costado ser lo que somos como nación, con sus cosas buenas y las no tan buenas. Es una pena viajar por España y ver tanta historia representada con espectaculares monumentos y la mayoría de ellos totalmente desolados”. Otras frases sobre el amor tampoco tienen desperdicio.
Como dije, el narrador es el protagonista. Y no se sabe ni su nombre ni su aspecto. Esta “deshumanización” no merma los sentimientos que nos profesa al leer. No nos describe como es pero sí lo que siente.Como se ha visto a través de él, visto su “alma”, se está más unido que si solo conociésemos su físico y nombre.
Una vez que se avanza en el relato, se aprecia una crítica a la Inquisición, a las religiones (como dije, no es importante la religión en este libro, sino la fe en ella), y a los trámites y trabas que hay hoy en día a la hora investigar y una vez se ha descubierto algo.
Por el vocabulario, no es un libro complejo, al revés, usa un vocabulario bastante pragmático: claro y sencillo, en otras palabras, funcional. Si la dificultad no está aquí, obviamente está en la historia.
Bien, hora de sacarle algún pero. A mí no me gusta que en los diálogos se sepa quién dice qué, y la situación en las que se dice, agrupando lo que dice cada uno. Pero como dije arriba, lo que antes consideraba un error tipográfico o por la falta de experiencia, ahora no sé qué pensar.Lo que sí es verdad, es que he encontrado en la edición algunos errores tipográficos.
A modo de conclusión, es un libro que parecía de fantasía y acabó siendo de misterio e investigación, basado en una historia “oculta” y en leyendas. Se apoyará en la ciencia y en la fe para resolver estos misterios, que cada vez acongojan los corazones de los protagonistas.
Después de todo esto, puede que alguien se pregunte por qué el libro se titula “La curandera”. Yo también me lo preguntaba. Pero leí una frase, una sola frase, y comprendí que le queda genial.
Recomiendo leerlo, pero muy a mi pesar, no sé a quién. Es un libro demasiado “personal” como para atreverme a recomendarlo a un tipo de lector en concreto. Como mucho, podría decir que quien quiera un libro donde los sentimientos de los personajes sean más importante que la propia historia, este es su libro.Aun así, reitero, lo recomiendo.