La curiosa llegada de Tim Duncan al baloncesto

Publicado el 16 diciembre 2018 por Elgurudeldeporte @_Gurudeldeporte

En ocasiones, un hecho fortuito puede cambiar nuestro destino de forma determinante para el desarrollo de nuestras vidas. Así le pasó a Tim Duncan en 1989, cuando todavía ni podía imaginar que iba a jugar al baloncesto, y ni mucho menos, que llegaría a convertirse en una de las grandes estrellas de ese deporte.

Como ya podéis suponer con este antecedente el baloncesto no fue el deporte primigenio para Tim Duncan.

El jugador nacido en las Islas Vírgenes optó en sus primeros años de adolescencia por la natación como su hermana Tricia.

En aquellos momentos, cuando Duncan se preparaba para competir en natación en los 100, 200 y 400 metros libres con el objetivo de poder clasificarse para participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 , el Huracán Hugo llegó a las Islas Vírgenes para arrasar con todo lo que se ponía delante suyo, incluida la vida deportiva del joven Tim Duncan.

La fuerza de la naturaleza del huracán Hugo destruyó la piscina olímpica de entrenamiento de Tim Duncan.

Aquel hecho de fuerza mayor hizo que Duncan tuviera que cambiar su lugar de entrenamiento habitual, teniendo que optar por el único lugar que había en aquel momento en su ciudad para poder entrenar... el mar.

Todo hubiera sido sencillo si Tim Duncan no hubiera tenido auténtico pavor a los tiburones, lo cual precisamente no le permitía nadar muy tranquilo en las aguas costeras de las Islas Vírgenes.

En aquel momento y hasta que pudiera volver a entrenar en una piscina olímpica decidió probar con otro deporte para poder mantenerse en forma.

Desde aquel día la natación perdió a una probable estrella de aquel deporte pero el baloncesto ganó a un jugador especial, incluso podríamos decir único en su especie.

Probablemente el mejor Ala Pivot de la historia de la NBA.