La pertinaz insistencia en las escenas con el fantasma de su marido supone un freno permanente en la película; no permite entrar en la realidad de la época, que es, al fin y al cabo, lo que se pretende. No deja de ser algo irónico que el personaje que nos cuenta la historia sufra continuas alucinaciones; ¿es lo que nos cuenta, su batalla personal, también una alucinación?La película es de una pesadez incontenible, la oscilación de lo privado a lo público recurrente; el guión parece hecho con cuatro recortes de periódico de la época, no tiene fluidez, es indulgente. Si alguien no sabía quien fue Margaret Thatcher y va a ver esta película: seguirá sin saberlo. La ola neoconservadora de los primeros años 80 queda en esta película muy pobremente reflejada, y prácticamente justificada, por la propia visión que este alucinado personaje nos ofrece de sí mismo. Una anciana enferma que recuerda…; parece que genera un movimiento de simpatía hacía ella y por tanto disminuye la carga crítica hacia sus actos políticos. Por ello entiendo que “La dama de hierro” no es ideológicamente neutral. Más bien se escora descaradamente hacia un lado.En definitiva es un filme superficial y enormemente decepcionante.
La pertinaz insistencia en las escenas con el fantasma de su marido supone un freno permanente en la película; no permite entrar en la realidad de la época, que es, al fin y al cabo, lo que se pretende. No deja de ser algo irónico que el personaje que nos cuenta la historia sufra continuas alucinaciones; ¿es lo que nos cuenta, su batalla personal, también una alucinación?La película es de una pesadez incontenible, la oscilación de lo privado a lo público recurrente; el guión parece hecho con cuatro recortes de periódico de la época, no tiene fluidez, es indulgente. Si alguien no sabía quien fue Margaret Thatcher y va a ver esta película: seguirá sin saberlo. La ola neoconservadora de los primeros años 80 queda en esta película muy pobremente reflejada, y prácticamente justificada, por la propia visión que este alucinado personaje nos ofrece de sí mismo. Una anciana enferma que recuerda…; parece que genera un movimiento de simpatía hacía ella y por tanto disminuye la carga crítica hacia sus actos políticos. Por ello entiendo que “La dama de hierro” no es ideológicamente neutral. Más bien se escora descaradamente hacia un lado.En definitiva es un filme superficial y enormemente decepcionante.