La dama desaparece

Publicado el 24 enero 2012 por Cinehólico
En 1938 Alfred Hitchcock hace "Lady Vanishes". Un divertimento fresco e ingenioso y bastante naif, una versión de cine dominical en tono de denuncia,  sobre el peligroso ascenso de los nazis en Europa.
La historia de espías llena de equívocos y de apuntes ingeniosos narra la extraña desaparición de una  simpática anciana (Dame May Witty), pasajera en un tren que atraviesa la frontera suiza y alemana. Antes de esfumarse inexplicablemente, esta ha entablado una relación de simpatía con una joven y caprichosa heredera  (Margaret Lockwood) aficionada a la bebida, y que por consiguiente, a la que nadie parece tomar en serio denunciando durante gran parte del metraje sobre la desaparición de su nueva amiga.Sólo un periodista que la conoce y quién además está enamorado, decide ayudarla (Michael Redgrave).
Pronto la narración va llevando a una conspiración en la que gran parte de los pasajeros y de la tripulación son cómplices. ¿Quién es esa venerable anciana que más recuerda a una niñera que a una espía al servicio de los británicos? Durante el desarrollo, el director aprovecha para simbólicamente,  poner a los ingleses en posición de héroes en una absurda y divertida a la vez, trágica balacera entre los pasajeros atrapados en la frontera y los soldados nazis. La ingenua resolución de la historia y la heroica transformación de la rubia hueca en una solidaria y valiente mujer capaz de todo por salvar a su amiga, es divertida y digerible.
En 1979 se hace un remake con Cybil Shepherd, Eliot Gould y Herbert Lom en los papeles protagónicos. Aquí la Shepherd explota su desfachatada belleza y hace una excelente dupla de amigas con la gran Angela Lansbury en el papel de la dama que desaparece.