Hasta último momento, la novela escrita en torno al pase de Gareth Bale al Real Madrid parecía no definirse. Las negociaciones entre el equipo español y el Tottenham fueron extensas, pero finalmente el jugador habría llegado al equipo de Carlo Ancelotti. Según señaló el diario As, el club confirmó la contratación del jugador por 91 millones de euros, uno de los pases más caros de la historia.
Mientras Bale se fue del Tottenham para llegar al equipo de la capital española, quien desea emigar es el brasileño Kaká. "Estoy buscando una salida antes del lunes", dijo tras las victoria de su equipo ante el Deportivo La Coruña por la Copa Teresa Herrera en la noche del jueves.
El mercado de pases había comenzado con la llegada al fútbol europeo de otro brasileño: el Barcelona señaló haber pagado 57 millones de euros por Neymar en una transferencia plagada de dudas.
Quien ganará un poco menos será Samuel Eto'o. El camerunés dejó en Anzhi de Rusia, donde percibía 20 millones de euros anuales (era el jugador mejor pago del planeta, por encima de Messi y Cristiano Ronaldo), para jugar en el Chelsea de Mourinho, que le pagará, "apenas", 8 millones durante el año que tiene de contrato.
Los argentinos también han tenido su lugar en el cierre de este mercado de pases. Erik Lamela dejó la Roma para llegar al Tottenham nada menos que por 30 millones de euros. Antes, otros que cambiaron de aire fueron Gonzalo Higuaín y Carlos Tevez. El Nápoli pagó 37 millones y así consiguió el visto bueno del Real Madrid por el Pipita, mientras que la Juventus debió desembolsar 12 millones para que el ex Boca deje el Manchester City.
Un caso aparte fue el de Martín Demichelis, quien había llegado al Atlético Madrid el 11 de julio con el pase en su poder, pero que fue vendido al Manchester City. Un negocio redondo para el equipo español que se llevó 5 millones de euros por la transferencia.
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