Los maestros de música de escuelas primarias y jardines de infantes cuentan con formaciones muy distintas, dependiendo del país donde se han formado.
Muchos hemos llegado a dar clases en la escuela después de haber transitado otros caminos. Algunos somos profesores de instrumento o canto y nos capacitamos luego pedagógicamente para trabajar con grupos, otros siendo maestros de grado, se han capacitado en música.
Para muchos, la clase de música debe centrarse en el aprendizaje de las notas, para otros en la producción musical o en el entrenamiento auditivo.
Creo que para todos es claro que todas las áreas son importantes y deben desarrollarse. Sin embargo hay una que en mi opinión queda muchas veces relegada y dejada un tanto de lado.
Me refiero a la danza y el movimiento. Muchas veces por falta de espacio (debemos dar clases con los niños sentados), otras por falta de formación otras por prejuicio. El resultado es que la danza queda sujeta a la coreografía de los bailes autóctonos de los actos escolares o a las llamadas canciones motrices, tan utilizadas como comodín en jardín y los primeros años de primaria.Por supuesto que los bailes tradicionales son una parte importantísima del currículum, y que las canciones motrices son un recurso que moviliza y capta la atención de los alumnos. Pero yo creo que no explotamos todas sus posibilidades.El resultado es que los niños repiten movimientos sin saber bien por qué, a veces les resulta gracioso y lo repiten un par de veces pero la mayoría de las veces, después de la segunda repetición los hemos perdido.
Generalmente me preguntan ¿Conoces una canción para el día de…, o con un payaso, o con oso, etc.?
Pocas veces la pregunta está centrada en las competencias que queremos desarrollar. Por ejemplo, estoy trabajando ritmo, métrica y pulso en el contexto de la primavera y me faltaría una canción para reforzar los contenidos. O al revés, tengo esta canción que me gusta tanto. ¿Qué actividades podría articular con esta canción y qué competencias podría trabajar con ella?
No somos un compendio de canciones, ni unpayaso animador de fiestas. Somos docentes de música y las actividades que realizamos las hacemos porque queremos que los alumnos incorporen determinados contenidos.
Por supuesto que la producción musical es parte de los contenidos, pero para poder mejorar la calidad de esas producciones, tenemos que entrenar a nuestros alumnos en todas sus competencias musicales.
Mi reflexión de hoy tiene que ver con cómo podemos empezar a pensar el movimiento corporal en función del desarrollo de las demás competencias que queremos trabajar.
La propuesta didáctica que comienzo adesarrollar con esta entrada del blog, tiene que ver con la forma musical, las frases, la improvisación corporal (de forma sencilla), el aprendizaje de una melodía utilizando el movimiento como recurso expresivo, pero también como refuerzo del desarrollo de competencias rítmicas, y vocales.
Para ello vamos a utilizar una canción Africana que ya he compartido en otras entradas “Sali bonani”. Para ver la letra y la melodía puedes mirar aquí.
Como primer paso de este trabajo vamos a aprender una coreografía sencilla que se puede trabajar en jardín y primeros años de primaria.Estas son las partes de la coreografía.
Camino en el lugar marcando el pulso.
La canción con la coreografía
¿Qué trabajamos utilizando esta coreografía?
- Podemos diferenciar frases iguales o distintas a través del movimiento.
- Una vez internalizada con el cuerpo, podemos pedirle a los alumnos que ordenen los gráficos de la coreografía, como aparecen secuenciados en la canción (para eso tenemos que preparar tarjetas con los gráficos).
- Una vez ordenados podemos comparar, ¿qué se repite, qué es distinto?¿quépasa con la melodía, también repite?
Me encantaría leer vuestros comentarios al respecto y comenzar el intercambio de ideas.
Por otro lado es importante internalizar melodía y movimientos. Claro, el tema es cómo hacerlo sin que sea repetitivo y aburrido.
En la próxima entrada les cuento algunas ideas al respecto.