Mediante la decantación se persiguen dos objetivos: - Que los posos de sedimentos que contienen los vinos, tras el periodo de crianza no se mezclen con el vino una vez que éste sea servido. Por ello la decantación se realiza sobre todo en los vinos viejo. - Que los aromas que se han concentrado en exceso durante el periodo de crianza, puedan salir al exterior, es decir airear al vino para que efluyan los aroma terciarios. - En los vinos jóvenes, cuando tienen exceso de acidez.
Utensilios: - Jarras. - Garrafas. - Decantadores. Para determinar si un vino se tiene que decantar o no, nos podemos basar en la previa comprobación de sus sedimentos, determinar si el vino contiene residuos sólidos en su interior, para ello, basta con aplicar una suave luz a la parte inferior del cuello de la botella, para comprobar si realmente existe sedimentos. Sobretodo es fundamental que los sedimentos no pasen al interior del decantador, sino que se quede en la botella.