Título original: My sister's keeper
Autor: Jodi Picoult15.0x21.0cm.
Nº de páginas: 450 págs.
Editorial: PLANETA
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788408063469
Año edición: 2006
Plaza de edición: BARCELONA
Sinopsis:¿Pueden un padre y una madre querer demasiado? ¿Dónde está el límite en una situación límite? ¿Qué partido hay que tomar cuando no se puede tomar partido?
Anna Fitzgerald no está enferma, aunque pudiera parecerlo. Con trece años ha pasado por incontables operaciones, pruebas y transfusiones para que su hermana mayor, Kate, sobreviva a la leucemia que le diagnosticaron a los dos años. A Anna la seleccionaron genéticamente para ser la perfecta donante para Kate y ésta ha sido su vida desde que nació.
Como la mayoría de los adolescentes, Anna está comenzando a plantearse quién es realmente. Pero a diferencia de los demás, a ella siempre la han definido en función de Kate. Y aunue la benjamina de los Fitzgerald nunca se ha enfrentado al papel que le ha tocado representar en la vida, ahora ha tomado una decisión que, para la mayoría, no sería ni siquiera planteable, una decisión que desgarrará a su familia y, que puede tener consecuencias fatales para su hermana, una hermana a la que quiere.
La decisión más difícil es la historia de una familia que lucha por la supervivencia sin importar el precio que haya que pagar por ello. Se trata de una provocadora novela que pone el dedo en la llaga de cuestiones éticas fundamentales ante las que nadie podrá permanecer indiferente.
Opinión:
Había leído muchas reseñas positivas de este libro, mucha gente diciendo que era un libro muy duro y muy triste y mucho bla bla bla. Yo la verdad es que me he aburrido mucho.
Lo dicho, como tema de debate, es interesante, pues tiene grandes dosis de moral, ética y sentimiento, pero la autora no lo ha sabido explotar. Para empezar, aunque este juicio es el tema central, hay muchos otros temas secundarios a los que se les da demasiada importancia y llega un momento en que dices “¿y esto a mí que me importa?”.
Así, como temas secundarios, tenemos la lucha de la madre de Anna contra la enfermedad de Kate, el trabajo de bombero del padre de Kate, la soledad de Jesse, la historia de Campbell y Julia,…Es que llega un momento en que te preguntas, “¿pero cuál era el tema central del libro?” Y es que la autora se va mucho por las ramas.
Por eso, la trama no engancha, ya que el ritmo es muy lento, el juicio no llega hasta el final, y aún así todo es en general muy aburrido. En el fondo, la historia no engancha y solo me he decidido a terminarlo para saber si Kate iba a recibir el riñón o no, lo demás, me era indiferente.
Por otra parte, los protagonistas nos ofrecen sus puntos de vista diferentes, pues no hay un solo narrador si no que se van turnando. Esto nos ha permitido conocer el conflicto desde varios ángulos y hace que el lector sienta más presión y dudas respecto a cuál es la decisión correcta. A pesar de ello, también está el problema de que conocemos en exceso a estos personajes y hace que la historia se desvíe del tema principal.
En general, los protagonistas me han caído bien. Anna en especial, me ha parecido muy madura para su edad, quizás demasiado, y Campbell me ha gustado por sus excusas respecto a su perro de asistencia (aunque la verdadera razón no me ha parecido tan impactante). Kate también es un personaje a remarcar pues me ha sorprendido su humor negro.
Pero lo que más puntos le ha hecho ganar a la novela es el final. Un final precioso, muy acertado, que lo resuelve todo de un plumazo. Además, es cuando hay más acción y menos palabrería. A todo esto sumarle que el epílogo es corto pero muy emotivo.
En conclusión, este es un libro que parte de una buena idea pero que no está bien desarrollada puesto que la autora quiere tratar demasiados temas a la vez y se va por las ramas, consiguiendo crear una historia tediosa, aunque tiene un final sorprendente.
Primeras Líneas…