Un amplio rayo de luz que ilumina la fachada, y al que se dirigen todos los ojos de los peatones de esta calle. Esa es la original idea del estudio de decoración (fos) para el restaurante vegano Rayen, en la calle Lope de Vega, de Madrid.
La decoración se planteó como un proyecto efímero, de solo 4 días de duración, y para ello se utilizó cinta adhesiva de un llamativo color amarillo. El taburete, la mesa, la silla y una esquina del cuadro fueron pintados del mismo color, así como el florero. Complementando el conjunto, cinco piñas y dos margaritas.
La instalación daba la impresión de ser un inmenso foco de luz que cegaba todo aquello a su alrededor, del color que dicen que representa el optimismo. El mejor ángulo para observar este truco óptico era una señal marcada en el suelo con la forma de una cámara.
El nombre de la instalación y del equipo de decoración con base en Barcelona y Madrid, FOS, significa “luz” en griego y “fundido / mezclado” en catalán.
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