«YO siempre he creído en el diálogo. Y siempre he ido a hablar con los palestinos. También cuando aquí no gustaba», comenta. «Pero ahora mismo yo me negaría a que mi primer ministro ponga fin a la operación sin concluirla». El primer ministro Netanyahu ha sido literalmente arrastrado a entrar en Gaza por la campaña de cohetes de Hamás. En el sur del país no hay calma nunca, pero las últimas tres semanas han puesto a todos los israelíes en estado de guerra. Y en ese estado se hallan. Y con los intentos de infiltración se han convertido en obsesión los túneles, no de aprovisionamiento sino de agresión. «Netanyahu no tenía esta vez alternativa. No quería entrar…
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