Y para los que prefieren las cosas hechas a otro calibre (ni mejor ni peor: sólo distinto), traigo a sonar esta otra versión, tocada en vivo desde el Teatro Peruano-Japonés, en un concierto en el que se unen a los acordes de Frágil todos los vientos de la Gran Banda de Jean-Pierre Magnet (concierto al que, dicho sea de paso, con orgullo y la lengua afuera, asistí). Hombres del mundo: abran las orejas. Esto no es cualquier cosa.
Una vez más llego tarde, pero eso es lo de menos: al fin y al cabo, la buena música sigue siendo buena aún cuando llega tarde. Y, por eso mismo, insistiré en llevar a cabo esta semana nuestro tradicional sábado de canciones. Si mis argumentos son lo bastante convincentes, pasaré a lo que nos trae a rodar por aquí esta noche: mucho he hablado ya (aunque nunca se dirá demasiado de ella) de Frágil, la mejor banda que se ha hecho con un par de guitarras eléctricas y otro de sintetizadores por este lado del mundo, verdadera pionera del rock progresivo en el Perú. Y, que suenen este domingo, he elegido uno de sus temas más fulminantes, desde la letra hasta los poderosos acordes de la guitarra slide: su título es Caras, y creo que merece un lugar de honor en cualquier recuento del rock latinoamericano, en lengua hispana o del mundo a secas. Y como conozco dos versiones muy buenas y no me pude decidir por una sola, pues pensé que no estaría nada mal traer a rodar ambas por estos lares (puros beneficios, ¿o no?). La primera fue grabada en Francia, si no me equivoco para un programa de televisión, y es un poco más "hogareña", por así decirlo:
Y para los que prefieren las cosas hechas a otro calibre (ni mejor ni peor: sólo distinto), traigo a sonar esta otra versión, tocada en vivo desde el Teatro Peruano-Japonés, en un concierto en el que se unen a los acordes de Frágil todos los vientos de la Gran Banda de Jean-Pierre Magnet (concierto al que, dicho sea de paso, con orgullo y la lengua afuera, asistí). Hombres del mundo: abran las orejas. Esto no es cualquier cosa.
Y para los que prefieren las cosas hechas a otro calibre (ni mejor ni peor: sólo distinto), traigo a sonar esta otra versión, tocada en vivo desde el Teatro Peruano-Japonés, en un concierto en el que se unen a los acordes de Frágil todos los vientos de la Gran Banda de Jean-Pierre Magnet (concierto al que, dicho sea de paso, con orgullo y la lengua afuera, asistí). Hombres del mundo: abran las orejas. Esto no es cualquier cosa.