El blanco, el negro y la delgada linea del odio no entienden de razones ni de llantos, separan mentiras de verdades, descoyuntan familias y amistades...
y en ordenado consejo
unos pocos se inventan realidadesque se creen los rebaños de balantes.
Cuando el pescador lanza sus artes, poco da que sean buenas o malasque siempre pesca infantes.
Sí, cuando el codicioso lanza
su cortina de humo tejida de las ilusionesde los desencantados
y de sus perdidas voluntades,
poco da lo que se haga,
que ese día su codicia come cerebros
y escupe nuevas y maliciosas deidades.
¡Patria, bandera, derechos, libertades!!!
¿Qué más da que qué más diera,si sales a cazar y matas cachorrosy hembras que nada más que vivir
necesitan y saben?
Engaño y avaricia a raudales recorren las calles,
mientras que los seres pensantes tienen miedo y no salen.La maldad está en el hombre anidando su alma modelable, la bondad lo habita desde infante...Las separa una delgada línea, bailarina insinuante,
que se prostituye en pos del embustero que más tiene, de ese que el arte de la mentira controle y gane, del que compre embustes y bien venda jugosas y adulteradas verdades...Mueran pues ya los mirlos de la esperanza
y caigan silenciosos entre gritos de odio
y bramar de coloridos trapos y retales
los castillos de princesas soñadoras
sostenidos de naipes.