La colección arquia/documental, editada por la Fundación Caja de Arquitectos, ha llegado a su número 28. Esto es ya una gran noticia, sobre todo, teniendo en cuenta las increíbles destrucciones que sigue provocando esta crisis. El título elegido es La delirante historia de la Pagoda, el edificio del arquitecto Miguel Fisac, una película dirigida por Andrés Rubio, que se estrenó en 2011 en el
AFFR, el Festival de Cine de Arquitectura de Róterdam. En el documental intervienen arquitectos como Luis Fernández-Galiano, que junto con la viuda de Fisac, lleva casi todo el peso de los comentarios, Oriol Bohigas, David Cohn y Antón Capitel; junto con muchas "estrellas" jóvenes -y no tanto- de la arquitectura española actual, como María José de Blas, Juan Casariego, Izaskun Chinchilla, J. M. Churtichaga, Edgar González, Javier Fresneda, Andrés Jaque, Gonzalo Pardo, Rubén Picado y Roberto G. Torés, estos últimos no intervienen mucho y a veces con comentarios tan peculiares como que la Pagoda era "un edificio muy festivo y muy simpático, sobre todo" (Jaque) y "es como una arquitectura que parece un edredón" (Chinchilla), sobre las fachadas de encofrados flexibles y "parece un colchón" (Torés) sobre estas mismas fachadas. La edición en DVD también
incluye el interesante corto audiovisual Razón y ser de los tipos, de los realizadores
Fermín Blanco y Álex del Río, sobre los "huesos" que diseñó Fisac para soportar sus edificios, y además, como siempre, un libro en esta ocasión con dos textos: "Miguel Fisac o la arquitectura de lo objetivo" de Luis Maldonado (director de la ETSA de la UPM) y "El monumento que nunca fue. Intereses, accidentes y paradojas en el derribo de La Pagoda" de David Rivera, que esta vez olvida su faceta de investigador sobre las relaciones entre cine y arquitectura, por su otra faceta como estudioso del patrimonio arquitectónico, y cuyo texto tiene frases tan contundentes como "los madrileños son naturalmente refractarios, como lo demuestra la historia de la ciudad hasta hoy, a cualquier movimiento en defensa de su patrimonio artístico o colectivo". En la película también se recogen comentarios negativos sobre La Pagoda, como los de Capitel: "No era un edificio importante de Fisac"; Bohigas: "A mí me parece un edificio horrendo, el momento malo de Fisac: Me parece un edificio que representa las frivolidades de este eclecticismo"; y "no era la mejor obra suya [de Fisac] era una exhibición formal" de Ramón Ruiz-Valdepeñas, Presidente de la Fundación Miguel Fisac. Lo cierto es que hoy en día sobre el solar donde estaba ese edificio se alza otro terrible, vulgar y sin ningún interés. Todo lo contrario que este documental, interesante y objeto para una polémica, tanto sobre cine como sobre arquitectura.