Revista Opinión

La democracia desfallece y se degrada en todo el mundo por culpa de los políticos

Publicado el 10 octubre 2018 por Franky
Instaurar un sistema realmente democrático en muchos de los paises del mundo que arrastran democracias secuestradas y degradadas es muy fácil porque las nuevas tecnologías facilitan la conversión de la sociedad en un ágora de debate, pero el problema es que los políticos no quieren porque se sienten muy a gusto con la democracia prostituida, gracias a la cual gobiernan con un cheque en blanco y sin ser vigilados ni controlados por la ley y la ciudadanía. --- La democracia desfallece y se degrada en todo el mundo por culpa de los políticos La mejor definición de democracia es "El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", pero la democracia actual es el "Gobierno de los políticos, para los políticos y sin el pueblo". El deterioro de la democracia y su degradación no se deben, como los políticos afirman, a la dificultad de conocer los deseos de los ciudadanos y de la necesidad de que sea indirecta y representativa, sino a la voluntad de la clase política de gobernar sin trabas ni controles cívicos y éticos, como si hubieran sido elegidos "dictadores" en las urnas.

La democracia es el poder del pueblo y aquí solo hay poder de las élites de los partidos y de sus aliados y protegidos. El nuestro es un sistema representativo al que llaman democracia, pero que no lo es en modo alguno porque el pueblo no solo no manda sino que el sistema está ideado para marginarlo, eliminar toda su influencia e incluso explotarlo.

Las democracias prostituidas, muy numerosas en el mundo, son una estafa y los ciudadanos por fin se estan dado cuenta. La reacción ciudadana en todo el mundo consiste en rechazar a los partidos tradicionales, despreciar a los políticos de siempre y otorgar sus votos a partidos nuevos diferentes. Ese fenómeno es el que explica el hundimiento mundial de la socialdemocracia y el auge de algunos populismos y, sobre todo, de partidos de auténtica derecha.

Si los políticos que han usurpado y prostituido el sistema quisieran, el poder del pueblo y la democracia podían ser fácilmente restablecidos y lograr, gracias a las nuevas tecnologías, algo parecido a lo que existía en la Atenas clásica. Bastaría con establecer un sistema de consulta permanente para saber lo que piensan y desean lis ciudadanos, pero a los políticos no les interesa porque quieren ser ellos y solo ellos los que tomen las decisiones, casi siempre en contra de la voluntad popular.

Dicen como excusa que el poder del pueblo es imposible y que la única vía para tener democracia es la representativa, pero eso es una rotunda mentira interesada. No elegimos a los que nos representan sino a los que usurpan esa representación y solo representan a sus partidos y a ellos mismos.

Bastaría con instaurar un "Ágora permanente" con un sistema de consultas a los ciudadanos para conocer lo que el pueblo desea en cada momento. Y si el pueblo lo desea con suficiente mayoría, no hay razón alguna para no llevarlo a cabo. Pero para lograr ese "Ágora" de debate y consulta permanente hacen falta premisas que los políticos, que son los mayores enemigos de la democracia junto con los partidos, se niegan a realizar.

Una de esas premisas es la información veraz e independiente de los ciudadanos, imposible hoy porque el poder compra, manipula y mediatiza a la mayoría de los grandes medios de comunicación, desinformando, confundiendo y manipulando a los ciudadanos.

Otra premisa necesaria es la educación cívica de la ciudadanía, algo que causa terror al poder político, que lleva muchas décadas empeñado en embrutecer a las masas y despojarlas de la capacidad de pensar, informarse, discutir y discernir.

El poder político ha demostrado en numerosos países, entre ellos España, que prefiere una ciudadanía integrada por borregos torpes y obtusos que por ciudadanos libres y pensantes, a los que tiene terror.

Basta con echar una mirada limpia e independiente al mundo para concluir que está siendo sistemáticamente atontado, sólo para que los políticos gobiernen con más libertad y tiranía.

Y la conclusión principal es que los partidos políticos y los políticos que lo integran son los peores enemigos de la democracia, la libertad y la decencia, así como los padres del abuso de poder, de la corrupción y del mal gobierno, hasta el punto de que casi todos los problemas existentes en el planeta, desde las guerras a la contaminación, la desigualdad, el sufrimiento, la pobreza y los demás males son responsabilidad absoluta del pésimo liderazgo que el mundo padece, dirigido y controlado por partidos que nunca se movieron por el bien común ni para generar la felicidad de los ciudadanos, sino exclusivamente por el poder y los privilegios.

Francisco Rubiales



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