Lamentablemente el concepto de democracia se esta
convirtiendo en algo que solo causara risa entre las
futuras generaciones.
Es el reclamo de una futura casta de ciudadanos que piensan que la única forma de restablecer el orden y la seguridad es mediante el advenimiento de un “caudillo” que la imponga. Leí un artículo sobre como a ley de fusílenlo, como decía el difunto “Bueyon”, se restableció el orden en Singapur. Muchos de los que comentaron el mismo favorecían la medida. Me atrajo el comentario de uno quien argumentaba, rebatiéndole a otro que no estaba de acuerdo, que “solo quien no ha perdido a un amigo o familiar por la criminalidad no estaría a favor de ese sistema”. ¿Por seguridad estaríamos dispuestos a entregar nuestras libertades? Muchos piensan que es un precio menor. Google, hace unas semanas, cedió a grupos gubernamentales para que quitasen todo contenido que promoviese el “abuso infantil”. ¡Estoy de acuerdo! Pero eso no queda así. Ahora se está promoviendo que “se censure todo contenido ofensivo”. Ahí hay un problema ¿Qué seria contenido ofensivo? ¿Lo que yo considero y con un botón solo tengo que bloquear o lo que la mayoría moral piense que sea? ¿Entrarían en ese contenido ofensivo: reclamos contra el gobierno, delatacion de funcionarios corruptos, pornografía, promoción de desobediencia civil; etc.? Pienso que tampoco hay que pasarse.
Toda dictadura, al final y al cabo, termina mal. Aunque el orden y la seguridad se garanticen, la libertad de disentir del gobierno, proclamar sus ideas y desear salir de quien lo gobierna no seria más. Por último, en Egipto, leí como el gobierno prohibió las huelgas en “sitios sagrados” y para las mismas “pedir permiso a la policía”… ¡la policía controlada por el gobierno! Aunque no me sorprende debido a que dicho gobierno fue apadrinado por los militares golpistas… ¡y esos si tienen mentes fascistas!
En República Dominicana la intolerancia ha tomado una cara novedosa: mediante figuras de respeto se promueve la idea de que las “huelgas no dejan nada, sino pérdidas” convenciendo al pueblo en general a ver con malos ojos a los profesores y médicos huelguistas. Pero lo que el pueblo no analiza es que a quienes hace mal las huelgas son a los ricos que exprimen al populacho. Se vende la idea de que la mesa del dialogo es la mejor opción… ¡Pero se dilatan en la misma hasta que los otros se cansen! También, otra forma solapada de dictadura, es la de ganar los sindicatos, juntas y coordinaciones para el Partido oficialista. Si tienes el control de las villas, tendrás el dominio de Roma.
La verdadera democracia es imperfecta pues se basa en la interacción de las personas. Pero esa democracia imperfecta es la que evita que unos pocos hagan de usted, y de mi, simples peones. ¡Recuérdelo cuando sienta el deseo de que Trujillo o Hitler vuelvan!