A la mayoría de los bebés comienzan a salirles los dientes entre los 4 y 7 meses, aunque están documentados casos de bebés cuyo primer diente sale a los 3 meses o incluso al año de vida. Así que, si tu bebé no entra en la horquilla de 4 a 7 meses, no tiene por qué ser un problema. Cada bebé es distinto y la erupción dental seguirá su ritmo personal, principalmente determinado por su genética.
A continuación te ofrecemos unos consejos y recomendaciones para cuidar la dentición de tu bebé.
¿CUÁNDO Y CÓMO SE DESARROLLAN LOS DIENTES DEL BEBÉ?
Ya desde que el bebé está en el útero materno va desarrollando los precursores de sus dientes, aunque se sitúan dentro de las encías y no son visibles. Cuando nace, siguen formándose dentro de sus encías los “dientes de leche”y, llegado el momento de estar preparados, la encía se abre y el diente sale.
Por lo general, los primeros dientes en salir suelen ser los incisivos inferiores centrales y los
Los siguientes dientes en hacer aparición suelen ser los incisivos laterales inferiores y luego superiores. Les siguen los premolares, los colmillos y finalmente los molares. El orden de salida de los dientes también puede variar de un niño a otro. Si tienes dudas, consulta a tu pediatra.
¿QUÉ MOLESTIAS SUELEN ACOMPAÑAR A LA SALIDA DE LOS DIENTES?
La salida de los diente suele ser ligeramente molesta para los niños y tienden a pasar unos días irritables y nerviosos. Los expertos dicen que la sensación en la encía cuando sale un diente es semejante a un escozor intenso, de ahí el malestar del bebé.
En ocasiones, la dentición suele venir acompañada de un aumento de la salivación que puede causar una aparatosa irritación facial.
Además de estas molestias, el malestar del bebé puede llegar a traducirse en ligera fiebre, dificultad para dormir y caquitas irritantes que pueden provocar una intensa dermatitis del pañal.
¿CÓMO PUEDO AYUDAR A MI HIJO A CALMAR ESAS MOLESTIAS?
Generalmente, durante la salida de los dientes el niño tiene una gran necesidad de morder puesto que la presión en la encía alivia su malestar. En el mercado existe un amplia selección de mordedores, incluso algunos refrigerables (se enfrían en la nevera, nunca en el congelador). El frío es antiinflamatorio y calmante, así que a tu hijo le puede ayudar a aliviar su malestar.
Puedes aplicar en la encía de tu bebé pomadas antiinflamatorias y calmantes especiales para dentición que podrás conseguir en tu farmacia.
Además de esto, existen medicamentos homeopáticos que podrán ayudar a tu bebé a pasar los días de la erupción dental. Consulta a tu pediatra antes de administrarle cualquier medicamento al niño.
SALUD BUCODENTAL PARA EL BEBÉ
- La alimentación por pecho materno es ideal, especialmente durante los 6 primeros meses.
- Si tu médico te prescribe la toma de algún medicamento durante este período, es aconsejable que lo hagas inmediatamente después de dar el pecho.
- Agua, leche o zumo de frutas deben darse sin azúcar, miel o similares, ya que esta costumbre puede dar lugar a la aparición de caries. Así mismo, y por la misma razón, no hay que mojar el biberón o el chupete en estas sustancias.
- Evitar el contacto prolongado de la tetina del biberón con los dientes (no dejar el biberón toda la noche colocado en la boca, supone un serio riesgo de caries de biberón).
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- Es aconsejable, si se usa chupete, que éste sea anatómico y la retirada de éste antes de los 2 años, para evitar malformaciones en la alineación de los dientes.
- Procurar evitar hábitos desfavorable como el chupeteo del dedo (fundamentalmente, hacia los 2-3 años), respiración bucal (consultar al otorrino), mordisqueo de uñas u otros objetos, etc.
- La salida de los dientes puede generar malestar en el bebé (los dientes suelen salir entre los seis y los nueve meses de vida).
- Es recomendable limpiar las encías con una gasa después de cada toma y cepillar los dientes del niño, desde el momento en que los tenga, con un cepillo suave, sin pasta, dos veces al día.
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- La dentición de “leche” es tan importante como la definitiva, cuídala en tu hijo, ya que:
- Permite al niño comer
- Mantiene los espacios para cuando salga la dentición permanente.
- Guía el crecimiento de los dientes definitivos.
- Si tras un traumatismo, el diente se cae completamente, hay que acudir al dentista llevando el diente en suero o debajo de la lengua, pues en muchos casos es posible colocarlo de nuevo.
- Es aconsejable para el niño una revisión odontológica anual a partir de los 3 años.
- La salud bucodental de los hijos depende de los padres, procura generar hábitos saludables que perduren toda la visa en tu hijo.
Recuerda: una dieta equilibrada, un cuidado dental regular y una consulta temprana con el dentista te ayudará a prevenir los problemas dentales de tu hijo.
No deberías esperar a que tu hijo tenga dolor para llevarlo por primera vez al odontopediatra. Una primera visita con el odontopediatra al año ayudará al diagnóstico precoz de enfermedades y a que tu hijo se acostumbre a la consulta dental.