La depresión altera el contenido de ADN celular.

Por Antoni Xavier Torres Collado @cienciaesfacil

Pintura de Vincent van Gogh Anciano afligido de 1890. Fuente Wikipedia

La depresión es un trastorno que acarrea consecuencias tanto a nivel personal como a nivel social. Está claramente asociado a nuestra cultura. Se ha escrito mucho y muy bien sobre las causas y los tratamientos. Pero se desconocen todavía muchas de las bases biológicas. Tenemos cientos de preguntas que responder sobre este problema que nos acaba afectando a todos. Uno de los  factores importante en la generación de la depresión y es el estrés. 

Existe evidencia de que la depresión tiene un componente genético, que hace que seas más susceptible a ella, y también se han encontrado cambios epigenéticos en personas afectadas por depresión. Pero ahora se han encontrado cambios en la cantidad del ADN. Investigadores de la Universidad de Oxford en el Reino Unido buscaban genes asociados a la depresión y se encontraron algo tan sorprendente que les hizo dudar de sus resultados. Observaron que los pacientes con depresión tenían más ADN mitocondrial que el grupo de sujetos sanos. Como ya hablamos en un anterior post, la mitocondria es la planta energética de nuestras células, y ancestralmente era otro organismo independiente. Es por eso que todavía conserva su propio ADN. Pues bien indagando, observaron que básicamente, la célula al estar estresada necesita más energía, y lo que hace es multiplicar el número de mitocondrias que posee. Así cuantas más mitocondrias, más ADN mitocondrial.

Cromosoma con telómeros en sus extremos. Fuente Wikipedia

Pero la cosa no se quedó ahí. También observaron que los telómeros de las células eran más cortos en gente con depresión. Los telómeros son unas regiones de ADN repetitivo que cierran nuestros cromosomas por los costados, como los plásticos del final de los cordones de los zapatos. Estos evitan que los genes padezcan daños cada vez que los cromosomas se replican, porque con cada división se pierde un poco de información de los extremos. Y quien la pierde son los telómeros. Así cuando envejecemos, nuestros telómeros cada vez se hacen más cortos. Estos resultados se confirmaron en un modelo animal con ratones. Al estresar a los ratones el ADN mitocondrial aumentaba, y disminuía la longitud de los telómeros. Pero notodo está perdido, los investigadores observaron que tanto los telómeros como las mitocondrias se recuperaban cuando desaparecía el estrés. Así que estos cambios son, al menos en parte reversibles.

Este descubrimiento puede tener consecuencias inmediatas en la manera de tratar la depresión. Si la reversión del aumento del ADN mitocondrial y la disminución de la longitud de los telómeros se confirma en pacientes, se abre una manera de ver si el tratamiento recibido para la depresión está funcionando. Y aquí no sólo me refiero a un tratamiento farmacológico, sino también a los de tipo conductual. Un avance que podría representar un cambio en los protocolos de seguimiento y tratamiento de este problema de todos.

 Referencias.

– J Affect Disord. 2014 Feb;155:1-12. doi: 10.1016/j.jad.2013.10.028

– http://www.iflscience.com/how-depression-affects-you-down-your-dna

– Curr Biol. 2015 Apr 21. pii: S0960-9822(15)00322-X. doi: 10.1016/j.cub.2015.03.008