La depresión y el suicidio en los jóvenes. Una mirada rápida.

Publicado el 03 junio 2018 por Carlosgu82

Es altamente preocupante ver como los jóvenes en todo el mundo están cayendo en las manos de la depresión y al llegar a este estadío caen con mucha más facilidad en las manos del suicidio, este tipo de problemática es multicausal y entre algunos de las muchas causas está: el estrés, el alto consumo de drogas, conflictos familiares o vivir dentro de familias disfuncionales(abusos físicos y/o psicológicos, falta de amor por parte de los padres), bullying, falta de valores, sensación de perdida afectiva o de algún familiar por fallecimiento, sentimientos de rechazo y hasta incapacidad para resolver problemas escolares o laborales,etc. Sabemos que algunos de los síntomas de la depresión son tristeza persistente con perdida de interés en las actividades que antes se disfrutaban, retraimiento, irritabilidad, llanto fácil, dificultad para concentrarse en la escuela y otras actividades cognoscitivas, cambios en el apetito y el sueño, etc.

Es preocupante que el suicidio sea la tercera causa de muerte en el grupo etareo de quince a veintinueve años; de acuerdo a la OMS en el 2012 hubo 804 600 suicidios en el mundo y esta cantidad fué una de las tasas más altas de suicidios a nivel mundial y los países con mayor indice de suicidios fueron Lituania y Rusia; y las más bajas en Azerbaiyán,Kuwait y Filipinas

El suicidio se encuentra entre la segunda y tercera causas de muerte juvenil; y la depresión es la primera causa de enfermedad en España, por cierto el número de suicidios duplica al de fallecimientos por accidentes de trafico( diez españoles se suicidan diariamente). Globalmente este estigma social afectó en 2017 a más de 322 millones de personas 4.4% de la población mundial y en España afectó al 5.2% de la población; aquí en México de acuerdo a las cifras del INEGI en el 2015 habían 6285 suicidios en jóvenes, es decir 5.2 fallecidos por cada 100 mil habitantes y de acuerdo al sexo 8.5 por cada 100 mil eran hombres y 20 por cada 100 mil habitantes eran mujeres y en los estados con mayor indice de suicidios por cada 100 mil habitantes  fueron 11.4 en Chihuahua, 9.9 en Aguascalientes, 9.1 en Campeche y 9.1 en Quintana Roo. En Estados Unidos los niños y adolescentes suicidas se han duplicado en la última década y las edades han bajado desde los 5 años a los 17 años.

Por todas estas cifras es importante hacer algo para evitar en lo posible este tipo de comportamiento anómalo entre los jóvenes y estar atentos a cualquier cambio en cualquiera de sus áreas ya física o psicológica por mínimo que sea entre ellos; algunas señales de advertencia que debemos tomar en cuenta es cuando un adolescente” menciona el suicidio o que ya no estará más”. Retraerse  de amigos o familiares. Que comience a escribir canciones poemas o cartas  sobre la muerte, sobre la separación o de perdida. Comenzar a regalar objetos valiosos a hermanos o a amigos. Perder el deseo de participar en cosas o actividades preferidas. Tener dificultades para concentrarse o pensar con claridad. Mostrar cambios en hábitos de alimentación o de dormir. Participar en comportamientos riesgosos. Perder interés en la escuela y los deportes.

También  es importante saber escuchar las señales de advertencia verbales: Me siento como una carga para los demás. Todos están mejor sin mi. No tendrán que lidiar conmigo. A nadie le importa lo que me suceda. Nadie me comprende. Tu no me entiendes. No tengo alguna razón para vivir. Estoy tan cansado de vivir. Es demasiado tarde. Ya no puedo seguir adelante. Solo quiero detener este dolor.

Es bien importante poner atención a sus emociones, si no expresa sus sentimientos debes preguntarle: ¿Como has estado? ¿Como te sientes?. Poner atención también si ha expresado sensación de fracaso, desesperanza o culpa, si parece deprimido, ansioso o abrumado, si llora demasiado o por cualquier cosa y se encierra en su cuarto, si está molesto todo el tiempo o de mal humor o irritable. También hay que estar pendientes si hay cambios en su comportamiento, si habla, lee o escribe sobre la muerte o suicidio o si llega al extremo de comprar armas o píldoras sin indicación medica.

Hay que conectarse emocionalmente con esa persona, una de las peores cosas para alguien que piensa en suicidarse es sentir que nadie lo comprende y que no se preocupan por el o ella, si es tu amigo(a)  ayúdale a dejar de sentirse invisible; escuchalo(a), hazle saber que no está solo (a) y coméntale que quieres ayudarlo(a) y no le dejes solo(a) y si no puedes estar con el o ella, llama a alguien que pueda estar con el o ella, pero nunca lo(a) dejes solo(a).

En la familia no permitas que la depresión o la ansiedad de un adolescente aumente sin control; si ves que tu hijo(a) se aísla y llora en secreto, toca a la puerta de su cuarto y pregúntale que le pasa e intenta que hable y saque todo lo que le molesta.

Escucha a tu hijo(a), incluso cuando no esté hablando y observa si su conducta es agresiva o si está usando substancias nocivas, eviten en lo posible la nula o mala comunicación entre todos ustedes.

Nunca ignores las amenazas de suicidio y tampoco sus comentarios (Nada me importa, Me pregunto cuantas personas vendrían a mi funeral, Quisiera dormirme y no despertar, Todos estarían mejor sin mi, No tendrás que preocuparte más por mi en poco tiempo).

Se recomienda fomentar la actividad física como distractor y como una manera de que su cerebro secrete endorfinas que mejoran el animo y disminuyen la cantidad de cortisol (hormona que se relaciona con la depresión).

Si se le está exigiendo demasiado intelectualmente, sugierale que disminuya las tareas y las vaya resolviendo una a una para evitar el estrés o enséñele a administrar sus tiempos y esfuerzos para no caer en urgencias y trabajos hechos al vapor  que generen más estrés.

Ame más a sus hijos que aún cuando sean adolescentes necesitan mucho cariño, apoyo, atención y mucho amor, ya que  en demasiadas ocasiones pensamos que mientras más grandes menos amor necesitan y esto es totalmente falso.

Olvídense de los celulares e intenten conversar más y aprovechen todos los momentos que más se puedan utilizar para esta actividad como a la hora de la comida que todos apaguen sus celulares y coman sin prisa compartiendo alegrías, buenos o malos momentos en la escuela, en la casa y en el trabajo, comencemos a convivir con nuestros hijos y olvidémonos por un momento de los problemas del trabajo, del cansancio, del dinero, de los malos momentos y llenemos ese espacio que hemos dejado vació por “comodidad personal” o por pereza y volvamos a llenarlo de amor.

Volvamos a enseñarles que vale mucho más una sonrisa, un te quiero, un eres especial, un te amo hijo(a), un abrazo, que gritos, que no me molestes, que estoy cansado, que un hazte para allá y no me abraces que tengo calor, que un súbete a tu cuarto y no salgas.

Pensemos en todo el daño que les hacemos cuando no realizamos las cosas con amor, en todo el daño que les provocamos cuando los golpeamos innecesariamente o con mucho odio, cuando les hablamos con groserías y mucho más cuando los atacamos sexualmente, son nuestros hijos no animales para tratarlos mal; necesitamos generarles confianza con amor en si mismos y en sus logros, siempre acompañarlos en sus tomas de decisiones y siempre buscar la comunicación entre ellos y los padres con una excelente relación familiar basada en el respeto y el cariño entre todos, fomentar buenos hábitos de escuela, deportes y de amigos, enseñarles que cultiven propósitos de calidad en la vida hacia mejoras personales y de carrera profesional y evitar que caigan en ambientes de drogas, alcohol y tabaco enseñándoles e informándoles de todos los malos efectos en la salud de cualquier droga.  ACTUEMOS CON AMOR HACIA NUESTROS HIJOS PENSANDO QUE ELLOS A SU VEZ VAN A SER PADRES Y NECESITAMOS  MEJORAR A NUESTRAS FAMILIAS Y CONSECUENTEMENTE A NUESTRA SOCIEDAD