La desaparición de CNN y la ruína del mundo "progre"

Publicado el 01 enero 2011 por Franky
La desaparición de una cadena de televisión como CNN, que proporcionaba información durante 24 horas, es siempre una mala noticia para la democracia, especialmente si esa emisora ha sido sustituida en el dial por otra que ofrece, también durante 24 horas, el lamentable espectáculo de "Gran Hermano", monumento al morbo y al espectáculo cotilla y hortera.

CNN era la emisora de televisión favorita de Zapatero y de muchos otros "progres" españoles. No era la televisión de los verdaderos progresistas, sino de los "progres", que es algo diferente, casi diametralmente opuesto. Mientras que los progresistas aman el progreso, creen en el ser humano y luchan por conseguir un desarrollo de la sociedad que sea paralelo al desarrollo de las personas, los "progres" aman al Estado y a la colectividad por encima del individuo, al que tienden a marginar y a devaluar, y creen que es el Estado el que puede transformar la sociedad y mejorar el mundo. El pregresista suele ser un luchador solidario que posee valores y principios, mientras que el "progre" suele ser un tipo que ama el hedonismo, que se adorna con ideas propagandísticas y vacías y que suele vivir del presupuesto, si es posible cargado de privilegios.

El progreso fabrica sociedades prósperas y competitivas, mientras que los "progres" destruyen esa ciudadanía democrática que se caracteriza por la rebeldía y la responsabilidad, generando en su lugar rebaños donde florecen la sumisión al poder, la adoración al Estado, las botellonas y los espectáculos bochornosos, tipo Gran Hermano.

Esos "progres" se extrañan ahora y se lamentan de la pérdida de la CNN, una televisión que siempre apoyó al socialismo y fustigó a la derecha, al mismo tiempo que se interrogan por las causas de esa desaparición. Sin embargo, la respuesta es clara y evidente: la misma "pregresía" que ellos profesan ha destruido esa emisora, como lo ha hecho también con otros muchos valores ciudadanos. A los "progres" españoles, ya en franca decadencia, no les interesa admitir que han creado una cultura que no consume información ni debate, sino puro hedonismo, morbo y botellonas.

Con el buenismo como bandera, con la permisividad como punta de lanza y con una adoración al Estado que todo lo hace y todo lo resuelve, la "pregresía" española ha creado generaciones enteras de vagos, amantes de las botellonas, fracasados escolares y gente incapaz de admirar el esfuerzo, la excelencia y el conocimiento, bases del verdadero progreso, no del que ellos falsamente difunden como cortina de humo, mientras sus líderes se dedican a la mas rentable y fascinante tarea humana: la de ser políticos y vivir a costa del Estado.

Definitivamente, los "progres" españoles, con Zapatero a la cabeza, están desconcertados porque sienten que pierden el poder y que su mundo se derrumba. Ni siquiera han sido capaces de evitar la desaparición de su televisión de cabecera y hasta el director de informativos de ese canal, ya histórico, Antonio San José, se queja ante la prensa que "Ni un solo miembro del PSOE me ha llamado para hacerme llegar su pesar por el cierre del canal", mientras que sí lo han hecho algunos dirigentes del Partido Popular.