La confianza es tan liviana que hace falta poco para que se desvanezca. Un gesto, un pensamiento, una acción a contratiempo…cualquier pequeño detalle puede crear en el ser humano una sensación de desaliento que será difícil de recuperar, sobre todo para aquellas personas que creemos en la lealtad y la honradez. Y está claro: habrá siempre versiones contrapuestas, opiniones encontradas y hasta mentiras o verdades a medias que ensombrezcan la verdad. Así que nada podrá remediar el daño causado.
Depende ya de la fortaleza de cada uno el poder construir nuevas herramientas que nos ayuden a no cortar todo por el mismo rasero, a verlo todo como si fuera uniforme. Nada es uniforme. Por eso es mejor aprender, memorizar, pero jamás generalizar.
Creer en la lealtad absoluta es complicado cuando suceden acontecimientos que no esperas. Porque nunca lo esperar. Porque no hay que esperarlo, como no hay que creer absolutamente en toda la lealtad por igual.
Lealtad, honradez, sinceridad. Qué tres palabras más contundentes. Qué difíciles de aplicar. Creo que sería más facil generar una frase cierta y con sentido con cualquier otra palabra antes que con otras tres. ¿Tanto nos cuesta?
Aprenderé de lo vivido siempre, y siempre me ayudará a no caer en errores anteriores. A no tropezar en las mismas piedras