La historia se inicia con el descubrimiento de un cadáver en el sótano de una casa londinense. La policía investiga los restos y, al poco, descubren que pertenecían a Jimmy Sullivan, un adolescente desaparecido en 1976. La investigadora Cassie Stuart (Nicola Walker), empeñada en llevar al asesino o asesinos, ante la justicia, pondrá a trabajar a todo su departamento en el caso aunque sabe que la investigación es un reto enorme para su grupo; han pasado muchos años desde el asesinato y hay pocas pistas. El desarrollo del caso acabará afectando a cuatro personas que, aunque en principio parecen no tener nada en común, estuvieron presentes en los últimos días de vida de Jimmy. La investigación trastocará sus acomodadas vidas y removerá fantasmas del pasado, sacando a flote miserias y mentiras que llevan una vida enterradas en un sótano.
En conjunto recomiendo Unforgotten pero hay algunos puntos negativos que le restan credibilidad y fuerza a la primera temporada. Por ejemplo, entiendo qué impulsa a Cassie a investigar el caso pero muy pocos departamentos de policía se obcecarían en la resolución de un caso de hace más treinta años por lo complejo que sería y la gran cantidad de recursos que consumiría. Está bien, para Unforgotten, que la brújula moral de Cassie se oriente hacia la resolución del asesinato. Ella cree que la familia merece un cierre y una explicación pero para eso el espectador tiene que 'tragar' con una decisión de mando un tanto inverosímil. Esto no es Cold Case y en ningún momento se dice que la brigada de Cassie se dedique o especialice en ese tipo de investigaciones. Aún así, una vez vencida mi reticencia inicial me dejé llevar por la trama y me sumergí en Unforgotten con gusto.Lo más interesante de Unforgotten, a parte de ver a Nicola Walker en acción, es comprobar como el pasado dinamita el presente de los sospechosos. Por mucho que uno corra, por mucho que uno intente cambiar, los recuerdos siempre están ahí. En este sentido, la señora Slater es, todo hay que decirlo, un personaje bastante trágico pues, al padecer Alzheimer, no sabe si sus recuerdos son realmente suyos o si lo que cree que pasó realmente pasó. No hay peor destino que perderse a uno mismo, que olvidarse de uno mismo. Otro de los fallos de Unforgotten, tal vez el peor, es que la resolución del crimen no está a la altura del desarrollo de la investigación. Después de mantener la tensión y el suspenso in crescendo durante cinco capítulos, el guión opta por sacarse de la manga un conejo blanco. Ese final no hace justicia a una serie que, hasta ese momento, se había caracterizado por la solidez argumental y el análisis, casi quirúrgico, de las pulsiones humanas. Se resuelve. de aquella manera, el asesinato de Jimmy pero siguen planteándose incógnitas. Además, aunque los cuatro sospechosos acaban pagando por sus pecados algunos reciben un trato demasiado suave. El cura, por ejemplo, debería tener un final mucho más duro, acorde con los delitos cometidos.