La sombra de un rescate de Portugal reaparece. La división en el seno de la UE dispara el interés exigido a su deuda a diez ańos al 7,43%, una cifra récord desde la introducción del euro. La prima de riesgo de Espańa sigue anclada cerca de los 200 puntos básicos.
El mercado de deuda pública aparca la tregua que había vivido en las últimas semanas. Lejos de llegar a un acuerdo que se daba por hecho al comienzo del ańo, los líderes de la Unión Europea han ampliado sus diferencias.
Las propuestas de aumento del fondo de rescates siguen sin fructificar, en un periodo en el que el BCE ha parado las compras de bonos periféricos. En medio de esta división en la UE, el clima de incertidumbre se ha visto reforzado si cabe por la sorprendente renuncia de Weber en la carrera sucesoria de Trichet.
Los inversores vuelven a acentuar su aversión al riesgo, y a concentrar sus compras en la deuda alemana. Las alertas se centran ahora en Portugal. El interés exigido a su bono a diez ańos escala hasta el 7,43%, un porcentaje inédito desde la introducción del euro. Supera así los máximos de noviembre, y vuelve las miradas hacia Irlanda y Grecia. El 7% de interés en la deuda fue un preludio de sus rescates.
La prima de riesgo de Portugal se acelera por encima de los 400 puntos básicos. El deterioro es extensible a otros países periféricos, y en especial a Espańa. La rentabilidad del bono espańol a diez ańos se consolida sobre el 5,3%, por lo que el riesgo país repite sobre los 200 puntos básicos. A comienzos de este mismo mes el diferencial se había estrechado hasta los 170 puntos.
El mercado de derivados se contagia de este clima de mayor tensión. Los credit default swaps (CDS) de Portugal aumentan hasta los 445 puntos básicos, lo que supone que el coste de asegurar 10 millones de euros de deuda portuguesa a cinco ańos se eleva a 445.000 euros.
Los seguros de impago de Grecia repuntan hasta los 830 puntos básicos, los de Irlanda los 570 puntos, los de Espańa los 243 y los de Italia los 178.
Fuente