La política de Sánchez está siendo terrible para los intereses de España, causando daños en la relación con Cataluña, a cuyos golpistas hace todo tipo de concesiones como pago al apoyo que prestan a su gobierno. En el caso del Brexit, donde existía una oportunidad de oro para recuperar la soberanía de Gibraltar, la negociación de Sanchez en Europa nos condujo a la derrota y a la consolidación de la colonia, todo ello sazonado con mentiras y engaños que en cualquier país decente habrían provocado cien veces la dimisión.
Ese socialismo terrible y depredador, causante de grandes males a España, está a punto de volver a ganar las elecciones en Andalucía, donde, además de generar atraso, corrupción y los impuestos más elevados de España, que nunca se traducen en mejoras y servicios de calidad, ha empleado grandes masas de dinero público en crear una red clientelar y de subsidios que prácticamente les garantiza la victoria eterna en las elecciones, una vergüenza más antidemocrática que añadir a su espantoso balance.
El escándalo de los EREs en Andalucía tiene el sucio mérito de ser la mayor corrupción en la Historia moderna de España, con dos ex presidente (Chaves y Griñán) implicados, justo a decenas de altos funcionarios del gobierno, un escándalo acompañado por otros en los que el dinero público desapareció, empleado en prostitutas, drogas y otras vilezas.
Con todo ese elenco de barbaridades a la espalda, nadie se explica como el socialismo puede subsistir en España y, además, seguir ganando elecciones y gobernando. Todo un misterio o quizás el resultado del constante envilecimiento desde el poder del pueblo español actual, muy diferente al que en el pasado estuvo adornado de valores como el honor, la honradez y la valentía.
Francisco Rubiales