No se puede engañar al espectador y decir que "La deuda" es un thriller de espionaje, porque una se pasa durante los primeros minutos de la película atenta a todas las fechas, todos los nombres, todos los necesarios... convencida de que en el momento en el que algo se escape, ya no se va a enterar de nada. Pero esta película no va de eso, lo que no quiere decir que no tenga su punto. El conflicto que plantea "La deuda" es más moral que político y plantea una pregunta al espectador que allá cada uno lo que quiera contestar. Si alguien espera encontrarse con un nuevo "Juego de patriotas", ya puede ir abandonado el barco, pero si no es lo que se va gustando, puede que os interese su planteamiento.