Los primeros cruces de la semana borran los 11.000 puntos del Ibex. La banca retrocede en línea con la tensión que reflejan los mercados de deuda pública y petróleo, motivada en buena parte por los conflictos en Oriente Medio.
La oleada de protestas sociales que se sucede por Oriente Medio enturbia el inicio de la semana en los mercados. Uno de sus efectos más directos es el repunte que registra el precio del petróleo. El barril de Brent supera los 104 dólares, con una revalorización cercana al 2%.
Las dudas se extienden también a la deuda pública. La rentabilidad de los bonos portugueses tanto a cinco como a diez años permanece por encima del 7% (7,1% y 7,5%, respectivamente), sin poder alejar la sombra del rescate. El efecto contagio se traslada a la deuda española, y la prima de riesgo repunta hasta acercarse a los 220 puntos básicos.
La bolsa española agrava la presión bajista con la que cerró el pasado viernes, aunque el conjunto de la semana deparó un saldo positivo del 2,4%. El Ibex perdió ya los 11.000 puntos en los primeros compases de la sesión.
La banca sigue siendo uno de los grandes protagonistas en el mercado, después de la reforma del sistema financiero aprobada el pasado viernes en Consejo de Ministros. Banco Popular y Sabadell figuran entre los valores más bajistas en la apertura, secundados por Santander y BBVA. Telefónica otorga una mayor consistencia al Ibex, y Sacyr destaca en el terreno positivo.
Los números rojos se adueñan también del resto de bolsas europeas. La peor parte en el índice Eurostoxx50 se la lelva la petrolera italiana ENI, especialmente damnificada por el conflicto de Libia. Las caídas se extienden a los futuros de Wall Street.