La deuda según Fontán y Stantic

Publicado el 01 septiembre 2019 por María Bertoni
La nueva película de Gustavo Fontán fue coproducida por Lita Stantic y El Deseo de Pedro y Agustín Almodóvar.

“Es una película mucho más narrativa que las anteriores” reflexionó Gustavo Fontán. “Es un guion muy oportuno” opinó Lita Stantic. Con estas y otras palabras, director y productora se refirieron a la ficción que realizaron juntos: La deuda, cuyo estreno porteño está anunciado para el 19 de septiembre. La presentación, informal, tuvo lugar el viernes en la primera sesión del ciclo Lecciones de Cine organizado por el Centro de Extensión Profesional de la asociación de Directores Argentinos Cinematográficos. Carmen Guarini e Inés De Oliveira Cézar fueron las anfitrionas.

Apenas comenzó la charla en la sede de la DAC, Fontán y Stantic contaron que son amigos desde que el estreno de Un muro de silencio cruzó sus vidas, es decir, hace más de 25 años. Sin embargo, trabajaron juntos sólo dos veces: cuando escribieron el guion del segundo largometraje que Lita pensaba dirigir y que finalmente no dirigió, y ahora con La deuda.

“El director es el autor de la película pero es bueno que el productor haga aportes” comentó Stantic después de asegurar que le interesa mucho opinar sobre el guion y sobre lo filmado. “Trabajar con Gustavo fue muy fácil porque cumple su plan”, agregó.

Por su parte, Fontán sostuvo que “Lita acompañó todo el proceso” y contó que eligieron juntos a los integrantes del elenco. “No hicimos casting; vimos materiales y entrevistamos a los actores” aclaró antes de señalar que fue Stantic la que propuso a Belén Blanco para el rol protagónico. “Tomamos la decisión con una certeza absoluta, tanto que cambiamos la edad del personaje, una mujer mayor en la primera versión del guion”.

La actriz encarna a Mónica, que sacó –y debe reponer– quince mil pesos de la oficina donde es empleada. La apropiación de ese dinero la compromete no sólo a ella sino a un colega que la descubre in fraganti. La cámara acompaña a la protagonista en el transcurso de la noche en la que debe conseguir ese monto para cumplir con la devolución a la mañana siguiente.

El autor de El limonero real adelantó que la protagonista recurre a su entorno más cercano para juntar la suma adeudada. “Lo que más me interesaba era abordar la relación entre los personajes, y recién pudimos pensar en los vínculos de Mónica cuando elegimos a Belén”. Luego hubo “mucho trabajo previo y muchos ensayos”.

Stantic y Fontan en la sede de la DAC. Los escoltan De Oliveira y Guarini.

Fontán calificó como “maravillosa” la experiencia de escribir el guion con la novelista Gloria Peirano. “Ella hizo aportes muy valiosos sobre el planteo original” agregó.

En varias oportunidades, el también autor de El rostro señaló la importancia del trabajo colectivo. “Antes de empezar a rodar, recorremos las locaciones con el equipo técnico y los actores; pensamos juntos de qué manera el espacio real acciona en los personajes. Después discutimos los planos”. Por si fuera necesario, insistió: “El argumento tiene que estar enriquecido con la percepción de quienes contribuyen a la realización de la película; el director no lo sabe todo”.

Fontán definió la edición como una “instancia hermosa y valiosa” y recordó la importancia de la confianza entre director y montajista. “Con Mario Bocchicchio nos juntamos desde el primer día de rodaje; a medida que filmábamos íbamos uniendo materiales y analizándolos”.

Cuando le pidieron comparar La deuda con sus películas anteriores, el realizador contestó que es “mucho más narrativa”. Enseguida especuló con la posibilidad de haber inaugurado una nueva trilogía: “Siempre pienso los proyectos de a tres” dijo antes de señalar otras dos particularidades de su nuevo trabajo: “Ésta es la primera vez que filmé en la Ciudad de Buenos Aires y “responden a un pensamiento nuevo las escenas fundadas en los personajes y por lo tanto en los actores”.

En alusión a la expresión “guion oportuno” de Stantic, Fontán explicó que “es metafórica” la conexión con la actualidad nacional e internacional. “Es cierto que el largometraje gira en torno a una deuda pero desarrollamos este concepto en el plano personal de la protagonista”, reflexionó.

Productora y director coincidieron en calificar el rodaje de “difícil” porque –afirmó Lita– “se filmó mucho en la calle, con mucho cambio de locación y además de noche y en invierno”. Por su parte, Gustavo precisó que esta instancia duró cuatro semanas y que se rodó “en el sur de la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano aledaño”.

Stantic fue quien más habló de financiación y distribución. Ante todo, contó que ésta es una coproducción con El Deseo de Pedro y Agustín Almodóvar. El capital español permitió cubrir el agujero presupuestario provocado por los incumplimientos del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales con el cronograma de pagos de los subsidios acordados. Nótese que el primer adelanto del INCAA les llegó un año tarde.

La deuda no es una película que rinda en España” explicó la productora para ilustrar “la gran generosidad” de los Almodóvar y de Esther García Rodríguez. Por obra y gracia de la devaluación en Argentina, los dólares asignados rindieron bastante más de lo esperado, así que Stantic terminó reenviando una parte del dinero a Madrid.

“Ahora el único problema es estrenar, y qué difícil hacerlo cuando no intervienen Disney o la Warner”. Justamente porque “las cosas están muy complicadas”, Lita decidió montarse al hombro la distribución “sólo por esta vez” aclaró en más de una ocasión.

Stantic describió su plan de acción en esta instancia. “Primero trataremos de estrenar en el Malba y en otras once salas ajenas al circuito del INCAA; apuntamos al Cinemark Palermo, al Arte Multiplex, a espacios ubicados en las ciudades de Córdoba y Rosario. Veremos qué funciones nos ofrecen; aprobaremos solamente aquéllas con horarios lógicos”.