No es que Sam Worthington, Jessica Chastain y sobre todo Marton Csokas no intenten hacerlo lo mejor posible, pero es que al lado de Helen Mirren y Tom Wilkinson con esos acentos tan pulidos pues no hay quien se crea que de jóvenes fueron esas caras sin expresión.
Donde esté una buena arruga para contar una buena historia que se quite todo el falso glamour.