Esta semana se publicó en el BOE la Resolución de 2 de enero de 2017, de la Dirección General de Tráfico, por la que se establecen medidas especiales de regulación del tráfico durante el año 2017.
La resolución incluye restricciones de todo tipo para salvaguardar la fluidez del tráfico en días especialmente problemáticos, incluyendo cuestiones relativas a vehículos pesados, mercancías peligrosas o la prohibición de celebrar carreras y marchas ciclistas que impliquen carreteras cerradas y/o acompañamiento de la Guardia Civil.
El punto E del apartado Primero titulado “Restricciones en vías con elevada circulación de ciclistas” supone la primera vez que la DGT da carta de naturaleza a la existencia de carreteras de elevado interés para la práctica del cicloturismo que merecen especial protección. El articulado reza así:
Al objeto de incrementar la seguridad vial y favorecer la coexistencia de los distintos tipos de vehículos aptos para su circulación por las vías públicas, y teniendo en cuenta la especial vulnerabilidad de los ciclistas frente a otros vehículos de motor con mayores masas y dimensiones, el Organismo Autónomo Jefatura Central de Tráfico podrá fijar, durante días y periodos horarios concretos, limitaciones de velocidad con carácter temporal en los tramos de vías interurbanas que así se determinen por presentar una elevada circulación de ciclistas.
Las limitaciones de velocidad se señalizarán por el Organismo Autónomo Jefatura Central de Tráfico, mediante la correspondiente señalización variable, o por el Organismo titular del vía, a través de señalización fija indicando el alcance completo de la limitación.
La página web de la Dirección General de Tráfico informará de los tramos de vías afectados por estas limitaciones.
La DGT pone por fin el acento en una cuestión importante para detener la sangría constante de usuarios deportivos y recreativos en las carreteras españolas que nos pone los pelos de punta cada fin de semana: Y es que la mayoría de los atropellos a ciclistas no se producen en carreteras solitarias o tortuosas donde el conductor se encuentra inesperadamente al ciclista sino en carreteras donde la presencia de ciclistas es importante y la velocidad injusta de los vehículos motorizados es el principal factor de peligrosidad.
Una medida similar ya está en marcha desde hace tiempo en Euskadi, con subidas muy bien señalizadas y tramos de velocidad limitada. Si mis fuentes son correctas las restricciones se mantienen sólo hasta las 3 de la tarde, un lo que se queda un poco corto a mi juicio.
Ahora llega el momento de empezar a solicitar esta consideración para nuestras carreteras favoritas como un primer paso para la pacificación de todos los itinerarios cicloturistas de alto interés cultural y turístico. Un trabajo de documentación, difusión e intermediación con las direcciones provinciales de tráfico a la medida de organizaciones como ConBici o la recién creada Federación de Cicloturismo (FECT).