Una diadema transformer. Cuando Sofia Hellqvist apareció vestida de novia en junio del 2015 todas las especulaciones sobre qué diadema del joyero real iba a lucir acabaron. Nadie esperaba que aparecería con una diadema nueva, que no había formado parte del joyero de la Casa real sueca. Fue una verdadera sorpresa… quizás incluso más que la del propio vestido de novia.
Cuatro años después de su incorporación a la Casa de Bernadotte, y de tener que habituarse a vestir de manera habitual con diademas y condecoraciones en los eventos de gala, se está comprobando que esa diadema se ha convertido en la diadema insignia de la nueva princesa, que además tiene la característica de ser una diadema «transformer”, que la princesa adapta y combina con los colores de sus diferentes outfits, a modo de “muchas diademas en una”.
Aunque la diadema se presentó en sociedad siendo una pieza creada con brillantes y esmeraldas, con el tiempo se ha podido comprobar que tiene la posibilidad de que las piedras preciosas que coronan las hojas de palma que la forman puedan cambiarse o eliminarse, dando pie a idear nuevos diseños y combinaciones. De ahí que a la princesa Sofia ya se le haya visto lucirla adornada con esmeraldas, con perlas o sin ninguna piedra preciosa, únicamente con la base de brillantes.
Como ya pasó hace un tiempo, cuando la princesa Magdalene sorprendió recuperando la espectacular Diadema Kokoshnik Aguamarina, la ceremonia de entrega de los Nobel 2019 ha servido para que sea la princesa Sofia quien vuelva a tirar de manual innovador, y haya aparecido en público con una nueva versión de la diadema, que no ha pasado desapercibida.
En esta ocasión, se ha elegido una selección de turquesas, que le han dado un aspecto mucho más glamuroso. Combinación que recuerda ligeramente a una de las diademas más famosas que lució la emperatriz Farah Diba, cuando todavía vivía en Irán… O al menos, esa es la sensación que hemos tenido.
Parece ser que, a diferencia de lo que se pensó en un principio, la diadema de la princesa Sofia tiene su historia. Tal y como publicaron en un artículo de la revista Swedish Dam (vía The Royal Order of Sartorial Splendor), el origen de la diadema era un collar con el que un príncipe de la Casa Real tailandesa había obsequiado a la reina Silvia, y que la reina decidió reconvertir en diadema y regalársela a su futura nuera… Poca información más hay publicada al respecto.
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