La Régimen de La Habana ha demostrado una vez más, el pasado 3 de junio, que Ángel Santiesteban-Prats es un preso político y que Raúl Castro es un dictador intentando ponerse la piel de cordero para obtener inversiones del exterior que garanticen la perpetuidad de la tirania familiar, reprimiendo a un pueblo sumido en la miseria y asfixiado por la vigilancia y la represión.
¿Desde cuándo un “preso común” es objeto de requisas constantes y vigilancias extremas para pillarlo con material “contrarevolucionario”? ¿Desde cuándo un “preso común” es asediado por escribir y ganar galardones intencionales? ¿Desde cuando un “preso común” molesta tanto a la dictadura cuando publica su literatura y recibe premios? ¿Desde cuándo a un “preso común” se le retarda descaradamente, acudiendo a burdas tretas burocráticas, la entrega del expediente para no concretar la Revisión del juicio que le corresponde por ley? ¿Desde cuándo a un “preso común” le ofrecen la libertad y el destierro a cambio de renunciar a su posición política grabando un vídeo? ¿Desde cuándo se condena y encarcela a un “preso común” sin probar su culpabilidad y desestimando las pruebas fehacientes de su inocencia? ¿Desde cuándo los presos comunes no tienen derechos?
Todas estas preguntas tienen una sola respuesta: desde que un país está bajo las garras de una dictadura, donde no existe ni la ley ni el derecho, donde el poder judicial es un brazo ejecutor de las venganzas contra todos los que consideren “apestados”, donde el poder politico decide qué hay que pensar y cómo vivir, cuánto comer, qué leer, a dónde y cuándo ir, y lo mejor de todo, a quiénes “votar”.
Raúl Castro, Ángel seguirá cosechando éxitos mientras lucha por la libertad de su país. Usted lo podrá tener encerrado pero él es más libre que usted, él no tiene que fingir lo que No es ni lo que piensa.
Le propongo a usted que intente ser libre y diga abiertamente lo que es y lo que piensa, y luego entonces, reclame el fin del embargo y llame a invertir en su Régimen. Siempre encontrará empresarios inescrupulosos que quieran beneficiarse de la desgracia cubana, pero a los gobiernos democráticos no les quedará otra que dejarse de jugar a que el sistema castrista cambió, que por fin llegó la tan ansiada “apertura”.
Acepte el reto, demuestre que Cuba es un país “libre” y que hasta su gobernante puede decir lo que piensa sin rodeos y sin miedo a las represalias.
Y mientras lo consulta con su hermano –y le da su aprobación– demuestre que Ángel es un “preso común” condenado con pruebas concluyentes. Para ello, ordene que por fin se le haga la Revisión del juicio y que el nuevo se realice con todas las garantías procesales negadas en el anterior. Demuestre que la justicia es independiente. Demuestre que hasta los “presos comunes” tienen derecho a un juicio justo.
Y en lo que se sigue tomando su tiempo para hacerlo, le recuerdo que la vida e integridad de Ángel Santiesteban, son su absoluta reponsabilidad. Nada que le ocurra o que le “encuentren” será un accidente. Las miradas de todo el mundo están sobre los presos cubanos y sobre los atropellos que contra todos ellos se comete desde hace más de cinco décadas.
La Editora
———————————————————————————————————————–
La Dictadura arrecia
Me esfuerzo por ser un escritor libre que sueña con mejoras sociales para su país. Y por ello, he volcado todas mis energías y anhelos –a costa del sacrificio que sea necesario– para lograrlo.
El día 3 de junio, mientras en Miami se presentaba mi novela y se me otorgaba el premio JOVENAJE, la dictadura enviaba sus sicarios para mantenerme vigilado; y como acción represiva, el teniente coronel Joaquín, más conocido como “el hombre del saco”, el mayor Camilo, otro teniente coronel que nunca había visto y que parecía ser el jefe, más los oficiales de menor grado, efectuaron otra requisa minuciosa.
Antes, desde el amanecer, ya tenían rodeado el asentamiento, con la orden precisa que evacuaran a todos los reclusos, que fueron trasladados desde muy temprano, incluyendo cocineros y trabajadores de oficina.
Apenas llegaron, los oficiales se lanzaron sobre mis pertenencias. Les dije que no me subestimaran, que nunca podrían encontrarme el celular que buscaban; y les recordé que la vez anterior me habían puesto en mis propiedades un punzón que no me pertenecía, y que luego se supo que era aguja de coser botas, y su propietario reconoció que le pertenecía.
Los militares se mantuvieron por dos horas en la requisa. Al final, molestos y frustrados tuvieron que retirarse con las manos vacías.
A partir que se fugara en días pasados un recluso de un campamento penitenciario, me han triplicado la vigilancia.
Cada parte hace lo que cree mejor. Mientras la dictadura arrecie su abuso e injusticias contra los que pensamos diferente, nos mantendremos clamando al mundo su solidaridad, y pidiendo que continúe el embargo económico en aras de no fortalecer al régimen totalitario que ha probado. en más de medio siglo, que es incapaz de reconocer y garantizar los derechos que proclama la Carta Magna de los Derechos Humanos de la ONU.
Cuba no es una plaza económica tal como quieren ver los empresarios oportunistas. Cuba es un país que clama democracia y derechos ciudadanos. El dinero que se invierta en dictadura, será financiamiento a las fuerzas represoras, y por ende, estará mezclado a la sangre y a las lágrimas de un pueblo hastiado, asfixiado por la bota que presiona inmisericorde la médula de una nación.
Ángel Santiesteban-Prats
Prisión asentamiento de Lawton. Junio de 2014
————————————————————————————————————-
Para que Amnistía Internacional declare prisionero de conciencia al disidente cubano Angel Santiesteban
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure