Este estudio titulado Lyon Diet Heart Study, analizó la repercusión de la dieta mediterránea sobre un grupo de personas que tenían los mismos factores de riesgo coronario. Así estas personas siguieron durante 46 meses las indicaciones de la dieta mediterránea aumentando el consumo de verduras, hortalizas, frutas y pescados a la vez que disminuyeron el consumo de carne roja.
Los resultados han sido claros, las personas sometidas al estudio tenian un riesgo del 50 por ciento al 70 por ciento más bajo de volver a padecer una enfermedad cardiaca.
Así la investigación ha demostrado que la dieta es un elemento clave tanto en la prevención como en el tratamiento de cualquier enfermedad relacionada con el corazón.
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