La diferencia entre que te ganen y perder
Aprovechando este momento tonto antes de que empiece el partido de baloncesto entre España e Irlanda, me voy a marcar un pequeño flashback -o escena retrospectiva para los puristas- y recordar ciertos aspectos sobre la gestión de equipos y partidos.
Una verdad absoluta que hay dos maneras de que perder un partido, que te ganen o perderlo. Quizás parezca lo mismo para los neófitos pero hay una diferencia fundamental, si tu pones el máximo esfuerzo, trabajas como equipo y ejecutas de la mejor forma posible pero el equipo es mejor que tu o encuentra contramedidas para tu estrategia entonces te han ganado. Por el contrario, si te dedicas a pelear tu solo contra los otros cinco, sino defiendes, si no hay energía ni garra, si solo corremos como locos sin usar la cabeza, indudablemente has perdido. En resumen, si te ganan es porque son mejores que tu y si pierdes es porque no has peleado lo bastante.
Esta diferencia radica mucho en el concepto de esfuerzo y equipo. En la empresa podemos ver claros paralelismos con cualquier deporte de equipo. Da igual lo bueno que seas, sino eres capaz de formar una mentalidad común y esforzarse por el mismo objetivo tu serás tan malo como el peor de la plantilla. Cuando cada uno hace la guerra por su cuenta empiezan las disputas, la gente ya no se compromete y cada departamento -y trabajador- opta por ignorar el problema y dedicarse a otra cosa.
Esto sucede porque nadie suele contar con ellos y no los implican, es la clásica situación donde uno se autoimpone como líder sin incorporar al resto de personas. Para más desgracia, esto suele hacerse con el consentimiento del entrenador -o del directivo de turno- con lo que la desgana se incrementa varios grados, y el resultado final suele ser siempre desastroso. El ejemplo que veo con la selección es Victor Claver, no juega ni a las partidas de domino -ni el ni otros tres- el entrenador no cuenta con ellos ni por despiste, obviamente su capacidad de compromiso ha de estar reducida por narices porque llueva, nieve o truene, saben que nunca van a contar con ellos y que se apoyará en los jugadores estrella.
Por otra parte, el jugador estrella quizás sude la camiseta, pero no más de lo necesario si nadie corre. Al final es un jugador estrella y tendrá más lugares donde seguir practicando su deporte y cobrando, por lo que para hacer el pardillo que lo haga otro. El resultado, ni los estrella ni los acompañantes se esfuerzan lo más mínimo.
Entiendo que los entrenadores y directivos tienen a su personal estrella, pero lo que jamás comprenderé es porque no acaban de entender de que hay más personas y que es imposible ganar en un uno contra cinco. Y en el mundo empresarial ocurre lo mismo, por muy bueno que sea tu departamento de operaciones, sino tienes a un equipo que venda lo tienes crudo -de ventas, finanzas, soporte, marketing, etc…-
Soy partidario de tener jugadores estrella, sobretodo si te suben de la cantera o viene de promociones internas, pero si eres incapaz de forma una estructura que aglutine el todo que representas, mejor dimite y da paso a otra persona que sea capaz.
Película: Friday Night Lights
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