Voy a compartir con vosotros un post que publiqué esta semana santa en mi colaboración para De tú a tú...., porque creo que es importante darle la difusión que se merece.
La percepción que tienen los encuestados es que la conciliación en nuestro país es mala o muy mala en un 89% de las respuestas, también es llamativo que solo 1 de las 1.010 personas cree que es muy buena, y 5 que es buena.
Entre las principales reivindicaciones que se deducen de la encuesta está que el 93% de los internautas creen que se deben acompasar los horarios laborales y los escolares, que la actual baja maternal y paternal es insuficiente (92%) y que tanto la madre como el padre deberían contar con más tiempo para la crianza en un 78% de los casos, proponiendo en las observaciones múltiples intervalos que van entre los 6 meses y dos años para uno de los dos.
Los abuelos (51%) y la guardería/colegio/extraescolares (44%) se perfilan como los principales aliados para la conciliación de estos internautas, de los cuales solo el 20% manifiesta criarlos sin ninguna ayuda. La jornada laboral que más favorece la conciliación es para un 92% de los encuestados la de mañana (51%) o la intensiva (41%), y entre los sectores profesionales que mejor concilian se votan preferentemente los funcionarios o profesores, y los que peor hostelería y comercios, industrial, sanitario, oficinas y prensa.
Hay un dato que llama la atención especialmente dada la baja tasa de natalidad de nuestro país y especialmente de algunas comunidades. A la pregunta de si tendrían un/otro hijo si contaran con más ayuda (legislativa o económica) el 84% responden que sí. Además, el 59% manifiesta que no le parece fácil incorporarse al trabajo tras una etapa cuidando a un hijo o familiar a cargo. El 35% de las personas declaran haber dejado de trabajar para cuidar a un hijo o familiar a cargo y el 22% ha reducido jornada.
Así que desde aquí invito a todos a unirnos a CRYA, porque cuántos más seamos más fuerza tendremos.Feliz fin de semana intensivo con los peques que el lunes volvemos a la dura realidad.