La Diletancia de Rodrigo Soler

Publicado el 13 mayo 2014 por Kike Morey @KikinMorey

Conocí a Rodrigo hace más de diez años en Madrid, en una de sus intermitentes estancias en la capital española. Es de esos tipos con carisma, que cae bien desde el primer momento. Simpático e ingenioso, era tecladista en una banda con el que se paseaba por varios garitos madrileños. Nunca lo vi actuar, pero supe de sus dotes como artista por comentarios de algunos amigos. —“Tiene talento” —me dijo un visionario colega—“seguro que acabará haciendo algo grande”.

Y no se equivocó. A fines del 2012 salía a la luz “Diletancia”, su primera producción como solista. Un disco en el que Rodrigo narra historias, describe sensaciones y nos exhibe personajes que han pasado por su vida. Diez canciones en donde se materializa su visión del mundo, unas veces sarcástica y en otras envuelta en un halo de pesimismo optimista.

Luego de presentar Diletancia con éxito en varios escenarios de Argentina, Colombia y Ecuador, Soler anuncia su llegada a España para cerrar su gira durante el verano europeo. “Hace tres años que no voy y creo que es lo que necesita mi carrera. Además necesito reencontrarme con personas y ciudades” me dice Rodri como parte de esta entrevista que le realicé hace algunos días. Como para ir calentando el ambiente.

No había escuchado el término “Diletancia” hasta la publicación de tu disco. Pero tampoco creo que sea parte de tu habla habitual. ¿O sí?

En realidad, diletancia como palabra no está ni en el diccionario de la RAE -aunque sí está diletante-. Me pareció que resumía mis últimos años, este ir y venir mío, este dormirse en las mieles de lo que uno proyecta sin llegar a concretar nada.

Es decir que este disco es como una revancha personal, un punto y aparte a ese periodo de indefinición.

Así es, es arrancar para obligarse a seguir andando. Es acallar voces propias y ajenas, pero más que nada lo hice porque necesitaba hacerlo. En medio de mi diletancia ocurrieron dos hechos muy chocantes para mí, dos muertes que me marcaron mucho. Ambas me generaron una sensación de urgencia y una necesidad de hacer cosas por miedo a no poder hacerlas nunca. Fueron el empujón definitivo para empezar mi carrera solista de una vez por todas.

Cuando escuché tus primeros temas reconocí en la música una influencia de Ariel Rot con algunas de las florituras de Fito Páez. ¿Le acerté o tengo una cultura musical limitada?

Durante mi adolescencia tuve diferentes etapas; durante un tiempo escuché bandas más alejadas de mi estilo, como Beastie Boys, Green Day o Aerosmith, pero nunca dejé de oír a Charly, Spinetta, Páez o Los Rodríguez. Es normal que se noten las influencias pero me esfuerzo mucho en buscar esa particularidad que le permita a mi música despegarse de comparaciones obvias. Tu acierto certifica que todavía no lo logré del todo, pero seguiré intentándolo.

Se nota que las canciones fueron escritas entre Madrid y Buenos Aires ¿Desde hace cuanto se gestó “Diletancia”?

Diletancia se gestó desde siempre en mi cabeza, aunque llegara recién en 2012. Hay canciones que escribí en 2002 y otras que compuse meses antes de grabarlas. Que haya una década de diferencia entre las canciones fue otra de las razones para ponerle ese título.

El disco se inicia con el rock blusero de “Fantasmas y demonios”, un buen compendio de lo que uno va a escuchar en el resto del álbum. ¿El dialogo inicial a qué película o serie pertenece? ¿Por qué escogiste ese comienzo para la canción?

El diálogo inicial pertenece a una escena de “Californication”, es una conversación entre Hank Moody y Charlie Runkle. Se habla de una pelea, de una traición, del dolor que genera la deslealtad de los más cercanos, de los que uno cree incondicionales. Tiene que ver con la historia de la canción.

Mi canción favorita es “Rosario y La Plata”, tu single de presentación. A propósito, el video clip tiene una muy buena producción. ¿Qué importancia le das a la imagen visual que acompaña a tus canciones?

Mucha. Mis dos primeros videoclips los dirigió Agustín Di Bella y me parece que ha logrado una calidad impresionante. Se establece un diálogo muy interesante entre lo que yo quise decir y lo que ve el director. Charlamos mucho antes de hacerlo. Le cuento las historias detrás de las canciones para que él vea lo que quiera contar y el cómo. También creo que mi formación de actor me pide ponerle cuerpo a las personas y los personajes de mis historias.

La música del segundo corte, “Cuando te vas”, nos traslada a tu Buenos Aires querido. ¿No hay músico argentino que no incorpore la milonga como parte de sus composiciones?

Creo que todos coqueteamos con el tango alguna vez. Está en nuestro ADN. Si es que no lo escuchamos por vocación, lo hacemos de rebote. Es algo de lo que no podés escapar incluso si no te gusta. Pero también es una cuestión de cercanía, de incorporar lo que nos rodea, de darle una identidad. Por eso verás muchos músicos argentinos mezclando rock con bossa nova, candombe, zamba o cuarteto.

“Cuando te vas” también cuenta con un clip promocional, en donde además de cantar apareces como parte de la historia. ¿Has aparcado tu faceta actoral por la música?

Cuando volví a Buenos Aires intenté formar una banda y participar en una obra de teatro o en cine. Como sólo había estudiado teatro en Madrid, no tenía conocidos con quien conectarme. Luego de golpear algunas puertas decidí avanzar solo y grabé  4 canciones para ver si conseguía gente interesada en armar un grupo. Lo llamé a Chufit que tenía un estudio y su talento y dedicación hicieron que esas canciones sonaran tan bien que me animé a por el disco. Grabamos 6 canciones más y nació Diletancia.

En la rumbita “Foto carnet” haces referencias a programas españoles como Salsa Rosa o Buenafuente. En otros temas mencionas a la Teletienda y a los documentales de la 2. ¿Ves mucha televisión, no?

En esa época algo veía, aunque están más como un lugar común que me unía a esa persona que al hecho de mirarla. Cuando escribo una canción sobre una historia personal intento incluir todas las particularidades. Mi objetivo es lograr que si algún día esa persona escucha la canción, aún sin saber que se la escribí o que soy yo quien la canta, no le queden dudas que se la hicieron a ella. Si logro eso, esa canción será única.

En “Presos de este carnaval” presentas un desfile de personajes, por decir lo menos, peculiares. ¿Son todos reales o productos de tu imaginación? ¿Podría identificar algún amigo en común en tu bizarra lista?

Son personajes reales, personas que pasaron de alguna manera por mi vida en los últimos años. Es una especie de inventario de relaciones, algunas cercanas y otras no tanto. Amigos en común no aparecen pero sí gente relacionada a mí que te habrás cruzado o me las habrás oído nombrar.

Cierras el disco con otra de mis preferidas, la bossa nova “Hoy” donde además nos haces recorrer medio mundo. ¿Has viajado mucho? ¿Te sientes de algún lugar o te consideras un trotamundos?

He viajado mucho, sí. Es una de las cosas que más me gusta hacer. Creo que todos tenemos nuestros lugares en el mundo, elegidos o no, más allá de dónde hayamos nacido. Yo soy de Buenos Aires, pero también soy de Madrid porque durante 8 años fue mi ciudad y cada vez que vuelvo me siento en casa. Y tengo otros lugares como Caños de Meca a los que necesito volver de vez en cuando. Son parte de mí.

Y la última pregunta ¿Paule por fin tendrá tu disco autografiado?

Paule tendrá mi disco autografiado y con dedicatoria especial a cambio de que me saques una foto con ella porque soy su fan.

Rodrigo Soler se estará presentando el 26 de junio en el Fotomatón de Madrid y el 11 de julio en el Pipiolo de Barcelona. En los próximos días se estarán confirmando nuevas fechas en Euskadi y otras ciudades españoles.

Aquí puedes escuchar y descargar el disco completo