¿De dónde pueden proceder estos ejemplares? Si echamos un vistazo a su área de distribución se puede apreciar una clara dicotomía, ya que las poblaciones orientales son migradoras mientras que las occidentales son básicamente sedentarias.
Es casi imposible que estos ejemplares otoñales vengan de su área de distribución oriental. Lo que parece más probable es que en el seno de nuestras poblaciones de cetia ruiseñor se produce una suerte de dispersión otoñal, como manifiestan ciertos estudios. Así, existen individuos que abandonan lo que fue su área de cría y buscan nuevos emplazamientos para sobrevivir al invierno, en un movimiento de corto radio que no supone una verdadera migración. Estos estudios determinan también que hay una segregación sexual en estos movimientos, que protagonizan sobre todo las hembras.
Desde el punto de vista evolutivo, estas dispersiones tienen mucha lógica. Como comenté, el cetia ruiseñor habita las zonas más próximas al curso del río, áreas que se inundan a partir de la llegada de las lluvias otoñales y donde resulta imposible la supervivencia.
Para saber más:
Balança G. & Schaub M. 2005. Post-breeding migration ecology of Reed Acrocephalus scirpaceus, Moustached A. melanopogon and Cetti’s Warblers Cettia cetti at a Mediterranean stopover site. Ardea 93(2): 245–257.