La distancia medida en leguas parece más corta

Por Davidrefoyo @drefoyo

La carretera es la misma en todas partes,
el mismo bucle negro y sucesivo.

Todos los puntos conectados por asfalto

o vía satélite: Google Maps
y un avión perdido en mitad del Océano
sin dejar rastro.

Las conspiraciones nos hacen creer más inteligentes,

pero mi abuela era lista
y decía que nadie da duros a cuatro pesetas*
a pesar de los anuncios de la tele
y las promociones telefónicas de las multinacionales.

He vivido sobre el camino y ahí quiero seguir.

Orientar los mapas hacia el Oeste

y regresar a la montaña,
a las tiendas de campaña de espaldas
a los baños públicos.

Escucho discos de música independiente

que son discos de músicos
que no viven de su talento,
para gloria de los críticos y dueños de las ondas.

Unas velas sobre la mesa.

Incienso.
Ensaladilla.
Planes de futuro cercano en pausa,
a la espera de que los gestores públicos
cumplan parte de su responsabilidad.

Planes de futuro cercano en pausa,

descorcho el vino y observo tus ojos.

No busco planes ni pausas,

solo seguir corriendo
(cinco kilómetros más en apenas media hora,
Usaint Bolt ha muerto. 
Adolfo Suárez se olvidó de correr
porque no le dejaron.

Ahora le aplauden quienes le dispararon).

El Aeropuerto Internacional de Zaragoza Manuel Vilas

nos espera.

Como el resto del mundo.

He tirado mi reloj por el retrete.

No necesito seguir girando.

Sirve otra copa. La piedra está caliente.

Bésame.


* Para los de la Logse: la peseta era la antigua moneda española mientras que el duro era una forma popular de denominar 5 pesetas.