Entro en la clase, sobre una de las mesas hay una maquina de braille, una libreta y algún folio suelto con letras en braille.
¿Como es posible que aquí haya un alumno con diversidad funcional y no me avisen aterrorizados?. No os podéis imaginar la alegría que sentí en ese momento pues siempre que la diversidad asoma en los cursos me llaman para ver que se puede hacer, en esta ocasión no había aviso previo por lo que la diversidad no ha sido a protagonista sino la persona.
Como es costumbre comienzo a hablar con el alumnado, surgen preguntas de todos, las respondo, al final dejo mi teléfono, el alumno con diversidad no toma nota por lo que me dirijo a el y le pregunto que como lo apunta y me dice: lo memorizo; no quise tener una actitud especial con el, pero siempre me aseguro que todos se quedan con el numero, en ocasiones me acerco a alguno que es algo mas lento y se lo vuelvo a repetir. El me pregunto sobre las becas por minusvalía y yo le respondí tambien las becas por diversidad. Cada vez que visito un curso y explico las becas doy los dos nombres porque así algo se ira quedando en las neuronas.
La persona con diversidad ha sido una mas. Por lo general, las entidades o academias en las que se hacen los cursos me comunican si hay alguien con diversidad funcional porque entran en el terreno de la inseguridad y los miedos pero en esta ocasión ha sido una persona mas sin que la diversidad haya sido la protagonista. Mis felicitaciones a esta entidad por hacer la inclusión una realidad.
(Disculpas por la falta de acentos pero algo pasa por aqu´i, pone el acento suelto como pode´is ver y solo van los que el corrector ortogr´´afico identifica) .