Las celebraciones típicas en estas fechas son un momento ideal para conocer toda la riqueza enológica que posee nuestro país. Instantes únicos que, para la tercera Institución Vitivinícola Española -por antigüedad y reconocimiento en el mercado-, son los mejores escenarios posibles para descubrir cualquiera de sus referencias, definidas por un carácter extraordinario que conjuga la tradición con la perspectiva global de las nuevas generaciones.
Sirva como muestra los vinos distinguidos este año por sus prestigiosos Premios a la Calidad, fruto de una profunda evaluación por parte del Comité Independiente de Expertos Vitivinícolas, y que resumen a la perfección la enorme calidad de una zona que produce al año más de 70 millones de botellas.
En blancos, Corcovo 2012, de la bodega J. Antonio Mejía e Hijos, es un blanco seco de la variedad airén, amarillo pálido, con destellos verdosos, con aromas a manzana verde y de sabor ligero y fresco, propio de su juventud. Perfecto para todo tipo de pescados, mariscos y ahumados, e ideal para los aperitivos.
En cuanto a los rosados, Viña Albali 2012 de Félix Solís, es un tempranillo delicado y fresco de color rosado brillante, que conserva sus aromas originales de fruta fresca y es moderadamente ácido y amplio en la boca. Combina estupendamente con gratinados, sopas, mariscos y pescados.
En cuanto a los tintos, Corcovo Roble 2012 de J. Antonio Mejía e Hijos se llevó el primer premio en jóvenes. Un tempranillo rojo cereza intenso con ribetes violáceos en el que destacan los aromas que evocan a frutas del bosque. Elegante y frutal está especialmente indicado para todo tipo de asados, carnes rojas, embutidos y caza.
En crianzas, el tempranillo Vegaval Plata 2008 de Miguel Calatayud, posee un color rojo cereza con ribete rubí brillante, ciertos aromas a vainilla y cacao, y un sedoso sabor, de post-gusto generoso. Recomendado con patés, quesos semi-curados, estofados y todo tipo de carnes.
En la categoría de reservas, Señorío de Val 2007 de Agrícola Casa de la Viña, se impuso como un tempranillo denso, de color granate con lágrimas largas y elegantes, y predominio de las frutas maduras con tonos especiados de vainillas y canela. Carnoso y redondo, es perfecto para acompañar carnes blancas y rojas, asados de cordero, cerdo y buey, caza y quesos.
En cuanto a los gran reservas, Raíces 2005 de Bodegas Fernando Castro, representa la personalidad de la DO Valdepeñas, como un tempranillo criado 18 meses en barricas de roble americano y francés y otros 18 en botella, de color rojo rubí casi teja, aromas a frutas rojas maduras con notas de torrefacto aportadas por la madera de roble. Resulta excelente con carnes rojas, queso curado, paté y cerdo ibérico.
Y fuera de concurso, pero indispensable para brindar estas fiestas, la DO Valdepeñas recomienda sus exquisitos vinos espumosos, que gozan de gran aceptación en el mercado. Tal es el caso de Mureda Cuvee Brut, de Bodegas Mureda, elaborado siguiendo el método tradicional de realizar el degüelle completamente a mano. De color dorado pálido, con preciosas burbujas elegantes y persistentes, tiene un agradable aroma con delicadas notas a manzanas y nueces, y sabor afrutado y equilibrado, de refrescante final. Es ideal para tomar como aperitivo, con platos de pasta o arroz, para acompañar los postres y, cómo no, para entrar en el nuevo año con el mejor sabor de boca.
Siendo la tercera Institución Vitivinícola Española, tanto por antigüedad como por reconocimiento en el mercado, su principal misión es la de proteger la calidad de sus vinos, además de favorecer la promoción e imagen de la Institución tanto en el mercado nacional como internacional.
En la actualidad los viñedos de esta Denominación de Origen se extienden por una superficie de 22.000 hectáreas, siendo líder en producción de tempranillo en Castilla la Mancha. Las Bodegas pertenecientes a la Denominación de Origen Valdepeñas producen más de 70 millones de botellas de vino con DOP.
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