3- Consecuencias de todas estas medidas neoliberales:
- Desprotección de amplios sectores de la población, cómo resultado del abandono de las políticas sociales.
- Aumento de precios de muchos productos, al desregular los precios, retirando subenciones. Valga el ejemplo de la liberalización del sector eléctrico en España.
- Huída de capitales de los países “conversos”, al liberalizar las frontera y permitir que el dinero pueda fluir libremente. Las empresas hacen negocio en el país en cuestión y retornan practicamente nada, con suerte unos cuantos salarios y un empleo precario.
- Altos índices de desempleo, las privatizaciones dejarán en la calle a miles de trabajadores y los que tengan la suerte de seguir contratados, verán empeorar sus condiciones laborales. Por otro banda, la empresa nacional se verá atacada por masivas importaciones a precios con los que nunca podrán competir, con lo que se verán obligadas a cerrar igualmente, consecuencia: más desempleo todavía.
- Los países quedan condicionados a los mercados, que castigarán su deuda con tipos de interés más altos, este método logró que países como Brasil o Argentina, llegasen a acumular un nivel de endeudamiento asfixiante y lo que es más injusto todavía, esa deuda era heredada por anteriores regímenes autoritarios, afines a los intereses capitalistas. Otro método del que disponen es apostar en contra de la moneda del país, si este no toma medidas o decisiones afines al imperio de los mercados.
Això no és crisi, se'n diu capitalisme (Esto no es crisis se dice capitalismo) Letras pintadas en un edificio de la plaza de Catalunya, Barcelona
Todo esto contribuye a alejar cada vez más la soberanía de las personas, ya que la gente que ellos han elegido se ve atadas de pies y manos (en el caso de que quieran impulsar políticas más cercanas a los ciudadanos), para trasladarla a los mercados.
Las políticas aplicadas durante todos estos años han sido auspiciadas por el FMI, a dónde los países en problemas han tenido que acudir para conseguir financiamiento y claro que lo consiguieron, pero ¿a qué precio? pues teniendo que pasar por el aro de la aplicación de toda esta serie de medidas de choque, tendentes a la ampliación y eliminación de trabas al mercado global.
Hay episodios realmente escabrosos, cómo son la “desaparición” de sindicalistas a manos de la dictadura argentina, en la fábrica que poseía Ford en ese país. Según los propios testimonios de los trabajadores, el ejército del régimen, literalmente montó una base en la fábrica, dónde los capataces de la fábrica iban señalando a los sindicalistas más beligerantes con la empresa. Actualmente Ford todavía continúa en juicios por estas causas.
Ahora, sólo tenéis que hacer un sencillo juego de analogía con la situación que estamos viviendo actualmente y comprobar, que se cumplen punto por punto todos estos aspectos.
Ejemplo práctico: tomemos una noticia de plena actualidad, la reunión del G20 en Seúl, dónde el sector privado reclama un lugar de pleno derecho en las negociaciones (en estas y en las futuras como si fuesen un estado más) y exigen a los gobiernos recortes en el gasto público y una reducción de impuestos, indicándoles que deberían reforzar su compromiso con la libre circulación de capitales y que deben ser ellos y no los estados, los líderes de la recuperación económica, ¿no os parece que esta gente lo único que liderará es el incremento de su cuenta corriente?. Pues muy bien, hasta este punto ha llegado la influencia de bancos y multinacionales, que les permite “comprar” un escaño en el parlamento global, dónde los ciudadanos, ni pinchamos ni cortamos, sólo podremos ser meros espectadores en una negociación que en muchos casos ni será tal, dependiendo del cariz del gobierno en cuestión, sólo será una charla entre amigos para ver cuan rápido pueden enriquecerse. Para muestra, un botón, si antes se hablaba de limitar los ingresos de los altos ejecutivos esta propuesta ha quedado en agua de borrajas, al igual que otra clase de intentonas infructuosas de meter a los capitales en cintura, cómo impuestos a la banca etc. Está claro que de esta reunión nada beneficioso saldrá para la mayoría, lo único previsible: más recortes, más desigualdad, más apretarse el cinturón, para seguir engordando a otros que, no es que se lo aflojen, es que supongo que llevarán chándal, que los pantalones no dan tanto de si.
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El libro sigue un orden cronológico de acontecimientos, desde la gestación del movimiento neoliberal en la escuela de Chicago, por el ultraconservador premio Nobel de economía Milton Friedman, que propugnaba un libre mercado, desregulado, sin ninguna injerencia de los gobierno. Como apuntó uno de sus seguidores: “no queremos deponer el estado, sólo hacerlo tan pequeño que lo podamos ahogar en la taza del retrete“.
La narrativa de Naomi Klein, es muy amena y no se maneja con cifras macroeconómicas ininteligibles o sí, pero acercándolas a través de las consecuencias que tenía cada una al “nivel de la calle”, esto es, en lo que afecta al día a día de los ciudadanos y su bienestar.
Podría estar escribiendo aquí toda la mañana, pero lo mejor es que lo leáis y saqueis vuestras propias conclusiones, yo ya las he sacado.
Toda ayuda es poca si se trata de cargarnos de razones para el debate, para mantener posiciones que son las nuestras y son las que nos benefician, no sosteniendo otras, que siéndonos ajenas, se nos presentan como las más aconsejables. En definitiva, PIENSA POR TI MISMO.
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