¿Es acaso la tristeza parte de la felicidad?
Según los diccionarios vida ha sido definido como tan solo el periodo de tiempo en que permanece un ser vivo en la tierra, es decir que se representa como ese pequeño rayo de luz que se proyecta desde que un ser nace hasta que este alcanza su culminación que es la muerte. Si suponemos que la vida es un todo, un pequeño libro que es escrito por fragmentos de anécdotas y recuerdos, ¿porque nos hemos empeñado en definirlo de una manera tan superficial?. Si hemos llegado a la conclusión de que nuestra existencia está limitada por el lapsus de tiempo en que nuestro tórax sube y baja al ritmo del aire que recorre nuestros pulmones, por los latidos constantes que le dan música a nuestro diario vivir, ¿porque describimos la vida con un parlamento tan básico como el de un niño aprendiendo hablar? ¿Es que acaso eso es la vida para nosotros? ¿Una neta permanencia, una simple presencia?
Bajo mi casto punto de vista mi concepción de la vida es un tanto más romántico, su significado va mucho más allá de una simple existencia cuyo único objetivo es el ocupar un espacio en el mundo inerte en que hoy día vivimos. Para que haya vida se debe de darle una razón, un motivo por el cual despertarse cada amanecer, es por esto que en mi idealización del mundo he llamado a esa motivación y razón de ser, felicidad.
Todo en el universo es dual, es decir, que cada aspecto tiene en sí dos características o fenómenos distintos, como lo decimos de los colores blanco y negro, o mejor ejemplificado como el bien y el mal. Me gustaría destacar que la estructura de todo lo que nos rodea posee esta teoría, hasta la felicidad misma, o ¿me estaría equivocando si me atrevería a decir que si existe la felicidad es porque existe la tristeza?. Siendo un tanto más sentimentales no podríamos conocer la felicidad sin haber experimentado su contraparte antes o posteriormente. Es por ello que comenzamos a valorar el estado de tranquilidad o efusividad en el que existe ese deseo de adornar nuestro rostro con esa expresión tan contagiosa en donde se divisan nuestros dientes y hemos llamado sonrisa cuando un malestar se hace presencia en nuestro sistema y sentimos la necesidad de experimentar nuevamente ese estado de satisfacción anteriormente nombrado.
En resumidas cuentas solo me resta por explicar la relación de los 3 conceptos, o en pocas palabras de acentuar el significado de la realidad dual a la que hago alusión en los párrafos anteriores. Todos sabemos que la vida puede ser vista desde diversos puntos de vista y depende en gran medida de la motivación que tenga cada cual frente a ella, pues es bien sabido que no somos impresiones realizadas bajo el mismo formato y tinta. Por lo tanto, si su motivación de vida es la felicidad está más que claro que el objetivo al que más aspira es encontrar la misma, es así como entenderá que la vida es un carrusel de emociones en donde deberá de arriesgarse a experimentar todas y cada una de las travesías a las que se puede someter el ser humano.