Tal y como ocurrió en la ceremonia de entrega de los Golden Globes, también en la ceremonia de entrega de los BAFTA de este año los asistentes al acto han vestido de color negro, de acuerdo a la etiqueta establecida para el evento.
¿El motivo? En ambos casos protestar y solidarizarse con los movimientos Time’s Up y #MeToo que se han extendido rápidamente entre las celebridades del séptimo arte y la televisión, como protesta sobre los abusos sexuales denunciados para algunas de las actrices americanas, y que quedó perfectamente representado en el discurso que pronunció la mediática Oprah Winfrey durante la ceremonia de Hollywood.
El resultado ha sido que en ambos eventos el color negro ha brillado mayoritariamente sobre la alfombra roja, y solo un pequeño numero de invitado(a)s han optado por saltarse la norma de etiqueta.
Algo que en Hollywood no ha tenido demasiado impacto mediático, a diferencia de lo que sí ha pasado en Londres, a causa de la aparición del mal llamado “protocolo real” de la mano de los duques de Cambridge, que han presidido el acto. El culpable: el outfit verde oscuro que ha lucido la duquesa, adornado con una discreta lazada negra bajo el torso, que ha dado pie a habladurías y comentarios tuiteros sobre si ha sido acertada o no la elección.
Algunos se han preguntado por qué no ha ido de negro. Otros se han limitado a decir que el “protocolo real” prohíbe el negro en determinados actos, publicando un listado de las “normas del protocolo real” británico, y que la propia hemeroteca pone en duda en alguno de los casos:
La cuestión es, según nuestra opinión y como siempre suele ocurrir, lo que han querido evitar los royals británicos ha sido mostrar públicamente algún tipo de posicionamiento respecto a la reivindicación, como hubiese ocurrido si la duquesa hubiese elegido el color negro para su vestido. De hecho, en la edición de los BAFTA 2017 -que también presidieron los duques-, la duquesa vistió con un outfit negro floreado y no hubo ningún tipo de “revolución”.
Lo que está claro es que, con “protocolo real” o sin “protocolo real”, los miembros de la familia real británica siempre optarán por mantener una posición lo más flemática y “británica” posible, como les exige su posición o el “protocolo real” que tanto gusta mencionar. Las protestas se las dejan a los de Hollywood…