Está de moda reducirlo todo a una base de criterio económico. El cerebro es un rácano en ese sentido. No suelta un duro por ahorrar energía. Cuanto menos piensa menos gasta. Le importa un bledo que necesites pensar cada vez más para sobrevivir en este sociedad. Que no, que aunque tengas energía de sobra en esos "michelines", no te la voy a dar para pensar o hacer algo parecido. A engordar, por si alguna vez pasas hambre. El cerebro es el mejor economista que existe, pues siempre se sale con la suya. Es una gran máquina de hacer vagos y maleantes de la reflexión. Pero además, hay cerebros glotones, que nunca están contento con lo que tiene, y quieren más, cueste lo que cueste y afecte a quien afecte. Primero él, y después, él. Que como me toques las pelotas, te pongo en depresión o te creo un trauma. Hala, juega con tu sexo a hacer niños, que eso gasta pero es rentable. ¿Leer un libro? No ves lo gordo que es y la letra tan pequeña que tiene, uffff¡ Anda ve a tele, pero sólo esa que tiene nombre flor. ¡Coño, rosa, piensa, joder, rosa!.Vete sólo la tele rosa, que cuchichear es nutritivo y entretiene, y no gasta un ápice de energía por lo estúpida que es. También tienes las tonterías del fútbol, si quieres. Eso de estar tumbao y ver a los demás correr también está bien. Y no gasta neuronas. Uy¡ A dado en el poste. Al cerebro ni Adams Smith le echa el guante. Pero a su favor hay que decir que, su avaricia, no rompe el saco. O mejor dicho, en su contra.