La educación ambiental, como instrumento de política energética

Publicado el 21 marzo 2018 por Carlosgu82

La vida en el planeta Tierra se encuentra constituida por una estrecha relación entre todos los organismos que en ella habitan y aquellos fenómenos geológicos, físicos o químicos que continuamente se desarrollan en su entorno. Estos fenómenos se producen como resultado del constante flujo de energía presente sobre, debajo y en la corteza terrestre.

 La actividad biológica, ha tenido la capacidad de influir indirectamente en este proceso natural de cambios en las condiciones ambientales terrestres, aportando así nuevos parámetros que influyen en la selección de interacciones regentes en la biósfera.

El ser humano ha encontrado la forma de añadir estos recursos naturales en actividades urbanas, procesos agrícolas y desarrollos industriales que, además de satisfacer las variadas y crecientes necesidades de la sociedad moderna, adicionan en el medio ambiente un alto y continuo volumen de compuestos que alteran el sutil equilibrio existente entre los diferentes ecosistemas y organismos del planeta.

En este sentido la energía desempeña un papel fundamental en el desarrollo de todos los sectores productivos, ya que su utilización debería realizarse con alta eficiencia, bajo impacto en el medio ambiente y al menor costo posible, sin embargo su consumo se ha ido incrementando unido a la producción de bienes y servicios.

Históricamente, el desarrollo económico ha estado estrechamente correlacionado con un mayor consumo de energía y un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que ha generado importantes impactos ambientales. Pero es en la década de los setenta del siglo XX, cuando dieron lugar las crisis energéticas derivadas de la situación comercial del petróleo a nivel mundial, es en este momento cuando se hace conciencia que no era una fuente energética infinita sino que por el contrario podría agotarse en corto tiempo.

Frente a lo anterior, se introdujeron tres principios básicos en la política energética: el ahorro en el consumo, la eficiencia energética y el desarrollo de nuevas fuentes de energía. Siendo el ahorro de energía y el uso eficiente de las fuentes de energía esenciales para el futuro de todos los habitantes del planeta, de ahí surge el concepto de educación ambiental como el camino hacia fomentar  el ahorro y la eficiencia energética en las empresas.

El ahorro de energía, además de que es una opción económica para hacer  frente a los elevados precios del petróleo en el mercado internacional también es una opción para contribuir de manera simultánea al reducir el gasto de energía por costosa y cuidar el planeta, lo cual es una propuesta educativa que no es exclusiva de algunos países, sino de todo el planeta.

De esta manera surge el carácter planetario de la educación ambiental, configurándose en materia energética, para hacerles frente a los problemas energéticos en los distintos países del mundo.

En Europa se aborda el desarrollo de la educación ambiental tomando en cuenta su carácter de Comunidad Europea, movilizado la necesidad de hacer frente a problemas comunes por medio de la elaboración de propuestas de solución de manera conjunta, pero que se caracterizan por las particularidades de cada uno de los lugares donde se desarrollan.

A diferencia de los esfuerzos europeos por desarrollar propuestas en educación energética de manera conjunta entre los países del continente, en América se encuentran propuestas independientes y distintas en cada país de acuerdo a las realidades geográficas, sociales, políticas y económicas de cada uno, lo mismo sucedió en países asiáticos.

Con base en lo anterior, es evidente que la educación ambiental como propuesta de solución a la problemática energética planetaria enfrenta como principal obstáculo el carácter individual de cada región geográfica. Lo cual hace que sean  mínimos y poco significativos  los esfuerzos realizados, además porque las medidas que se toman son del orden técnico.

Otro hecho importante que se evidencia, es que los problemas ambientales quedan en segundo plano en comparación a la necesidad económica. De ahí que las propuestas sobre educación energética estén ligadas a problemas económicos y ambientales, pero más a los primeros.

A manera de conclusión me atrevería a decir que es necesario construir una educación energética de carácter contextual que logre a hacerle frente a la problemática energética de carácter planetario pero desde el reconocimiento de la realidad energética de cada país, tomando en cuenta el sistema económico que permita realizar una transformación social y la creación de un cultura energética.