Una tarde, mientras trabajaba (ya sabéis que mi actual trabajo es de cara al público) y tener que estar ordenando a cada cliente que mantuvieran la distancia social con otros clientes y conmigo (algo que, si no hemos aprendido en dos años que llevamos de pandemia, dudo mucho que vayan a aprenderlo ahora, pero lo hacemos por imposición de nuestros superiores, aunque muchos clientes carguen contra nosotros), llegó una familia con niños a mi puesto.
Yo no suelo decir nada a los niños, pues pienso que diciéndoselo a los adultos, estos ya comprenderán que los niños tampoco pueden acercarse y deben mantener la misma distancia (mentira,
Volviendo a esta familia, que fue muy respetuosa desde el primer momento, fueron dejando su compra manteniendo la distancia, cosa que no estaban haciendo los niños. El padre no hacía más que reprenderlos para que se pusieran tras él, pero los niños, a los pocos segundos, volvían a acercarse. Entonces, ese hombre tan calmado, soltó de repente con las consiguientes miradas atónitas de otros clientes cercarnos a él: ¡¡¡Me cago en la $%&@ educación Montessori!!!
Claro, aquello me generó curiosidad: ¿qué educación sería ésa? ¿De qué hablaba ese buen hombre? Por esto, me dispuse a buscar información al respecto.
¿Qué es la educación Montessori?
Esta corriente pedagógica fue creada por María Montessori, pedagoga, educadora y científica que defendía la infancia como la etapa más importante en la vida de una persona, donde se construyen los cimientos de la personalidad del futuro adulto.
Desde este punto de vista, el método Montessori se basa en el respeto profundo a la infancia. De esta forma, cada niño aprendería a su ritmo, confiando en sus capacidades y potenciando su autonomía, guiado por sus intereses. Esta autonomía es la explicación de por qué podemos encontrar, por ejemplo, muebles Montessori adaptados a la estatura del niño para que él no dependa de nadie a la hora de hacer cualquier tarea, como puede ser lavarse las manos.
El papel de los padres en la educación Montessori
Los adultos tendrían un rol orientador en el aprendizaje del niño, mostrando así el entorno y potenciando las posibles interacciones entre éste y el niño.
Además de esto, los progenitores prestarían a sus hijos un amor basado en el respeto y la libertad, pero imponiendo límites claros, aunque no por ello altamente restrictivos, en los que los niños también deben hacerse responsables.
Aspectos del método Montessori
Hablando con una educadora sobre esto, me comentó que, a grandes rasgos, este método consiste en lo que hemos dicho más arriba, en que el niño haga lo que le plazca dentro de unos límites. El día que llueve, los niños tienen libertad para salir al patio a chapotear y sentir la lluvia o quedarse dentro del edificio, en ellos está el hacerlo o no.
Mi niño y el método Montessori
¿Que si aplicamos esta corriente pedagógica te estás preguntando? Bueno, pues en lo que a aprendizaje se refiere, aplicamos en cierta medida el método.
Mi niño es alto y llega a todos lados, ya tiene cuatro años… ¡Llevaba dos años sin escribir en el blog! Por eso, no necesita nada adaptado a él. A la hora de ver la televisión, dejamos que elija el contenido. No suele ver dibujos a no ser que tengan un componente educativo, así que lo que ve se basa en vídeos de planetas para niños y en los Numberblocks. Esto último os lo recomiendo encarecidamente, ya que ha aprendido a sumar y restar y hasta se atreve con multiplicaciones y divisiones sencillas a su temprana edad. Por otro lado, tiene dos libros bien gruesos de letras, en los que cada letra cuenta una historia y así ha aprendido cuáles son todas y ya las está uniendo haciendo sílabas. Es su ritmo y no vamos a ser nosotros quienes lo paremos…
Y vosotros, ¿aplicáis la educación Montessori?
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