Antonis Samaras, Primer Ministro Griego
Los Conservadores han llegado al poder en Grecia con la elección de Antonis Samaras como nuevo Primer Ministro Griego y líder de uno de los partidos que había sido fuertemente castigado en los comicios fallidos de mayo por su responsabilidad en la crisis económica del país heleno en los que no se pudo conseguir las mayorías parlamentarias para crear un Gobierno.
La Unión Europea puede sentirse de momento aliviada tras haber podido ser superado el fantasma de la posible elección de Alexis Tsipras como nuevo líder Griego lo que hubiera supuesto el rompimiento unilateral de los términos pactados en el rescate Griego lo que habría hundido a Grecia que se quedaría sin los fondos internacionales, teniendo que declararse en cesación de pagos y muy posiblemente viéndose obligada a salir de la Zona Euro sumiendo a España e Italia en una nueva crisis de proporciones incalculables.
El Partido Siriza, liderada por Tsipras logró la segunda mayor votación en las pasadas elecciones. Su impulso fue menguado tras las alarmas encendidas dentro y fuera de Grecia que advertían a los electores sobre las consecuencias de un Gobierno de Tsipras. Su papel será importante como fisalizador de un Gobierno que pese a mostrarse responsable frente a la crisis y dialogante es acusado de corrupción.
Samaras logró formar coalición al aliarse con los socialistas de PASOK que aceptaron tal encargo no sin dudarlo ya que formarán parte de un Gobierno cerca de la bancarrota de impopulares medidas y con el partido de izquierda moderada DIMAR.
La influencia de Tsipras en los primeros pasos del nuevo Gobierno es ya de por sí una victoria para un partido que de la noche a la mañana se convirtió en la segunda fuerza dentro de Grecia.
Los conservadores saben que el pueblo está agotado con los recortes impuestos y una austeridad asfixiante y pretenden solicitar nuevos plazos o al menos medidas que alivien el rigor que han tenido que aplicar.
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